Para enfrentar la inflación que es la más alta en los últimos 21 años y no se frena, los hidalguenses deberían racionalizar sus ingresos y voltear a consumir y aprovechar el mercado local y no delas grandes cadenas comerciales, para incentivar a los pequeños productores que podrían quedar pulverizados como también los pobres, recomendó el economista del Colegio de Hidalgo, Edgar Iván Roldán Cruz.
Al explicar el fenómeno económico como “un alza generalizada de precios por el costo de los combustibles e insumos para la alimentación” que se monitorea a nivel nacional por el valor de la canasta básica, consideró que la gente estará cambiando por productos de menor precio o sustituirlos por otros, por ejemplo en vez de leche, té o café.
Esa medida, indicó, provoca “menores recursos para generar derrama económica”, en este caso en el estado, pues el dinero llegaría en menores cantidades a quienes proveen los artículos, bienes o servicios.
El alza en el precio de los combustibles, también alcanza a las empresas, que reconfigurarían su distribución y en ciertos casos los haría reducir sus plantillas laborales, y estos eventuales desempleados se insertarían en la informalidad para obtener dinero y mantener a sus familias, citó como otro posible efecto inflacionario.
En el sector agrícola también hay adversidad, dijo, porque suben los costos de fertilizantes, diesel, mano de obra y podría frenar la plantación, el campesino no dejará de sembrar, pero disminuiría su producción porque no le alcanzaría el dinero para la extensión territorial total.
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El gobierno debería “proteger al pequeño productor, regular los precios e incentivar la economía local; los mercados locales están olvidados y maltratados”, opinó.