Guillermo Lara Martínez ha dedicado 35 años de su vida a ser payaso, lo que compagina con su profesión de Educación Artística yla impartición de clases de danza folclórica.
El entrevistado destacó que en sus rutinas procura promover valores, también resaltó que este mes cumple años de ocupar parte de su tiempo a este noble oficio. Caracterizado da vida a “Rabito”, cuyo nombre surgió del personaje de un cuento, el cual era un conejo valiente.
Resaltó la satisfacción de participar en actuaciones altruistas con escuelas de educación especial, estancias de ancianos y de niños, donde ha llevado momentos de alegría, pues su carrera de payaso, precisó, no la dedica al lucro sino al servicio.
Nos platicó como inició de payaso; fue hace más de tres décadas en el cumpleaños de un primo, en el que a él y a su hermano se les ocurrió improvisar una caracterización y rutina, fue ahí donde se dio cuenta que le atraía esta faceta y su padre lo apoyó.
Trabajó con el payaso Cebollín, considerado el primero de Tulancingo. Festejará con los niños sus 35 años de darle vida a “Rabito” el próximo 30 de abril en el auditorio municipal, concluyó.