Los restos de armas de fuego con los que se construyó La Paloma de la Paz, monumento instalado en el Parque Hidalgo de Pachuca, no pueden ser reutilizados para fabricar artefactos hechizos que sirvan para delinquir o atacar, comentó el comandante Oscar García, titular de la dirección de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad de Pachuca.
Sin embargo, el agente reconoció que el desmantelamiento o robo de estas partes se debe a que la gente genera un ingreso monetario llevándolo al fierro viejo, tal y como sucede cuando roban o maltratan los bustos o demás monumentos históricos, pues suelen tener materiales como el cobre o el bronce.
Reconoció que no hay personas identificadas como probables responsables por el robo o daño en agravio de la Paloma de la Paz, pero ya se están realizando monitoreos y recorridos, sobre todo por la noche para inhibir y contrarrestar estos actos que dañan la imagen urbana.
El monumento de la Paloma de la Paz fue colocado e inaugurado el 17 de septiembre de 2015 y es una pieza artesanal fabricada por armas decomisadas y destruidas por el Ejército Mexicano. Esta fue donada por soldados de la 18 Zona Militar instalada en Pachuca.
De acuerdo con los datos obtenidos, previo a la construcción del monumento, los elementos del Ejército las cortaron y destruyeron a modo de que ya no fueran funcionales para fabricar armas de fuego.
Además de los robos que han dejado al monumento estéticamente mal, se aprecian en su base y su entorno algunos actos de vandalismo como los grafitis y la pintura deteriorada que originalmente era de color blanco.