La Jornada Mundial del Enfermo que nos inculca el Papa Francisco nos invita a adoptar actitudes para ayudar al prójimo como salir de nuestra zona de confort para acercarnos a quien esté solo y sufriendo alguna enfermedad, además de darle compañía, apoyo, fortaleza sobretodo oración.
En esos términos se expresó, ayer, el párroco de La Catedral de Tula Felipe ante decenas de pobladores que se dieron cita en ese recinto localizado en la céntrica calle Zaragoza de esta ciudad, durante la santa misa dominical.
Aseguró que no es bueno que las personas estén sin familia y más aún si tiene algún padecimiento.
“Por eso en esta jornada es necesario que nosotros como creyentes católicos busquemos a las personas que viven en solitario para ayudarlos a que se encuentren mejor de salud” indicó.
El religioso mencionó que muchos habitantes viven en soledad, sobre todo adultos mayores que tienen escaso acceso a los servicios médicos, viven abandonados y en condiciones antihigiénicas.
Felipe puntualizó que Dios y su hijo Jesucristo son nuestra fortaleza en crisis, nos invitan a ser cercanos con los demás para apoyarlos, ofrecerles palabras de aliento, pero más que nada apoyarlos principalmente cuanto su estado de salud no es bueno.
Aprovechó para narrar la historia del leproso que se acercó a Jesús cuando se encontraba en la tierra y le pidió salud.
“La lepra para nosotros no solo tiene malestar físico y biológico, representa la situación de pecado que cada uno vive, por ello debemos preguntarnos a qué tipo de lepra pertenecemos y que nos aparta de la gracia de Dios” señaló finalmente en su homilía.