Fernando Ríos fue declarado inocente por el homicidio de Gerardo Sosa Cravioto, ocurrido el pasado 23 de febrero de 2019.
Tras largas audiencias llevadas a cabo en las últimas semanas, se dictaminó que las pruebas aportadas por el agente del Ministerio Público fueron insuficientes, así como las diversas contradicciones de acusar con dichos sobre la presencia del imputado, en el lugar de los hechos.
De acuerdo con el tribunal, no se pudo comprobar que Fernando estuvo en el lugar y mucho menos que accionó el arma que le provocó la muerte al hijo de Gerardo Sosa, ex líder del Grupo Universidad.
Se sabe que el ahora occiso fue llevado con vida a la clínica de Tulancingo donde fue atendido; sin embargo, no logró decir quién fue el que lo atacó.
Con base en las pruebas Sosa Cravioto después del ataque tuvo tiempo para hablar por teléfono, esperar a que llegaran ayudarlo, hablar con las personas que lo auxiliaron y llegar a la clínica de San Pedro donde fue atendido.
De acuerdo con testimonios Gerardo Sosa Castelán padre de la víctima habló por teléfono con su hijo antes de que éste perdiera la vida. Pese a ello nadie precisa quién fue la persona que lo atacó.
Se informó que el tío de la víctima fue quien llegó al lugar del atentado y ayudó a trasladar al herido a una clínica de San Pedro Tlachichilco, donde recibió primeros auxilios, pero no pudo reconocer a Fernando como imputado y corroborar que estuviera en el lugar, aún cuando trabajo con él por diez años.
En el cateo realizado a la casa de Fernando la madrugada del 23 de marzo ingresaron ocho agentes investigadores, pero durante las declaraciones de los oficiales solo se informó que fueron dos y un perito quienes entraron a la casa habitación.
En tanto, sobre el arma de fuego encontrada en el domicilio de Fernando N. que es calibre 0.45, en las pruebas de balística no se pudo determinar que tienen la misma huella de percusión (mismo martillo), por lo que no se tiene certeza en que sea la misma arma.
Tras el desahogo de las pruebas la madrugada de este jueves se determinó que Fernando quedaba absuelto.