En la región del Altiplano los trabajadores del volante continúan enfrentando una grave problemática de inseguridad, principalmente relacionada con el robo de sus vehículos por asalto, los cuales, si bien, en la mayoría de los casos son recuperados ponerlos en operación les representa pérdidas económicas que van desde los 25 mil y hasta los 40 mil pesos, esto sumado al tiempo que emplean para realizar los trámites legales para que las unidades les sean devueltas.
“Generalmente son dos personas, varones; pero también se han registrado casos en los que el asalto lo comete un individuo, te piden un servicio, casi siempre fuera del área local y cuando se encuentran fuera de la mancha urbana o próximos a llegar el presunto destino te sacan un arma de fuego o blanca y te obligan a que vayas a determinado punto o a que pares el carro para que sean ellos los que conducen”.
Explicó que, con base a las carpetas de investigación que han iniciado, en la mayoría de los casos registrados en los últimos meses los asaltos han sido cometidos por personas de entre 20 a 25 años, quienes tras hurtar las cuentas y objetos de valor de los taxistas los abandonan en tierras de cultivo o en áreas de difícil comunicación, esto, para ganar tiempo y huir con los vehículos.
Refirió que en promedio los afectados pierden al menos una hora, desde que se cometió el delito hasta que pueden pedir ayuda.
A pregunta expresa mencionó: “Gracias a Dios casi siempre es nada más el susto, pero tenemos compañeros a los que si los han golpeado. No vamos lejos, hace más o menos una semana a un compañero le dieron un cachazo en una pierna y es hora que no queda bien. Otro si se pudo defender y se peleó a golpes con uno de los asaltantes y gracias a eso no le quitaron el carro, pero, yo me pregunto ¿Qué hubiera pasado si alguno de los dos trae una pistola?”.
Estimó que cuatro de cada cinco vehículos hurtados en la zona del Altiplano, han sido recuperados; sin embargo, dijo, la mayoría de las veces los vehículos terminan con fuertes afectaciones mecánicas y casi siempre desvalijados.
“Del carro lo mínimo que se llevan es la batería; pero ojalá solo fuera eso, te los dejan sin llantas, sin puertas, sin cajuelas, sin faros, sin facias, sin alternador, sin distribuidor. Sabemos de casos que se han llevado hasta el motor. Nosotros en promedio para echar a andar un carro nos echamos unos 25 mil varos, pero hay veces que hasta más y a eso hay que agregarle el dinero y tiempo que perdemos en que nos devuelvan el carro y lo que tardamos en poder pagar los préstamos que implican sacar el taxi a las calles”.
Explicó que en su carácter de presidente de Vigilancia, es uno de los primeros en conocer sobre los hurtos de taxi, y el procedimiento que sigue va desde tener a la mano el número de placas y características de los automóviles hurtados, hasta dar aviso a las autoridades, una de las primeras acciones que llevan a cabo, ya que, dijo, en algunas ocasiones los delincuentes emplean estas unidades para la comisión de otros delitos.
“Nosotros reportamos de inmediato no solo para recuperar el taxi, sino también para evitar que en manos de los delincuentes se pueda afectar a otra persona”.
Precisó que en las últimas recuperaciones los autos han sido localizados en calidad de abandonados en predios ubicados en comunidades como Tepeyahualco en Zempoala y Pirámides en la vía México-Tuxpan, ya que, dijo, en estas zonas abundan las nopaleras y zonas arboladas, donde, afirmó, es fácil dejarlos sin llamar la atención.
Mencionó que con base a la información con la que cuenta, la mayoría de los atracos se registran sobre vías interestatales, donde acusó la falta de vigilancia de personal de la Guardia Nacional.
“Antes con la Federal de Caminos, te paraban y te revisaban documentos a ti y al pasaje, ahora ya no ocurre eso, creo que sería bueno recuperar estas prácticas para disminuir los asaltos”.
El líder de trabajadores del volante, indicó que algunos de los compañeros del gremio han optado por introducir a sus autos equipo de vigilancia satelital y dispositivos que permiten la localización GPS; no obstante, dijo, cuando tienen pasaje que les resulta sospechoso, acuden directamente con los usuarios al C2 de la Policía Municipal, a fin que los pasajeros se identifiquen, lo que permite tanto a usuarios como conductores viajar con mayor seguridad.
El también conductor, indicó que otra de las grandes problemáticas que existe es la falta de sanciones más graves para este tipo de delincuentes, los cuales, dijo, muchos de ellos son reincidentes y vuelven a las calles a cometer el mismo delito.
“A nosotros nos aplican sanciones fuertes sino cumplimos con los lineamientos de Tránsito, la Ley debe aplicar sanciones más fuertes a esta gente”.
Finalmente, pidió a las corporaciones policiales extremar la vigilancia hacia los trabajadores del volante, y a las autoridades a legislar en favor de sanciones más contundentes.