TULA DE ALLENDE, Hgo.-Por falta de dinero y porque pierden mucho tiempo al viajar a otros municipios aledaños a Tula de Allende para recibir atención médica en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), algunos derechohabientes no han podido darle seguimiento a sus respectivas consultas.
Tal es el caso de Teresa Pérez Melgarejo y María Cristina Nava Barajas, ambas vecinas de esta ciudad, quienes padecen la pésima atención en el nosocomio provisional del IMSS, que se localiza en la céntrica calle Atanasio Bernal.
La primera mujer dio a conocer ayer que es diabética y a consecuencia de la pasada inundación que ocurrió aquí se contagió de un virus que se activa con el estrés.
“Me dijo el médico que traigo los ganglios inflamados y neuropatía del trigémino por lo que requiero de tomografías y aquí en el hospital provisional del IMSS no hay y me tengo que trasladar a otro lado y a pesar de que sufro este padecimiento no me dan cita aun y no atienden especialidades por lo que a nosotros los derechohabientes nos mandan a otros municipios de Hidalgo. Además que tengo temperatura en las madrugadas y no tengo a dónde acudir a esa hora para recibir atención médica en el nosocomio de Tula, ya que ese sitio provisional está cerrado por las noches diariamente” citó Teresa Pérez.
Agregó que el personal de allí solamente le dice que tiene que ir al hospital regional de Tula para su atención, sin embargo, a su decir esta situación afecta su economía familiar pues no cuenta con suficiente dinero para pagar la consulta médica ni el taxi en la noche o madrugada.
“No soy la única enferma en mi casa ya que mi madre tiene glaucoma y requiere medicamentos y tendríamos que acudir hasta el hospital del IMSS de la ciudad de Pachuca por ellos hasta que los autoricen y vamos a gastar dinero en el pasaje del acompañante pues solamente dan viáticos para el paciente” expresó la quejosa.
Teresa Pérez mencionó que hasta el momento ha gastado más de tres mil pesos al acudir ella a un médico particular para revisarse pues fue con un doctor internista que le cobró ochocientos pesos la consulta y tuvo que desembolsar más dinero al comprar medicinas.
Citó que ahora piensa acudir la próxima semana a consulta médica pues ahora no tiene dinero para darle seguimiento a su problema de salud.
Mientras que María Cristina Nava precisó ayer que su hijo tiene retraso psicomotor y epilepsia y como ya no cuenta con el servicio del IMSS lo tiene que llevar al centro de salud de la primera sección de la colonia El Llano para que su vástago reciba terapias mentales.
“Me llevo a mi hijo en taxi mínimo una vez al mes y gasto en pasajes, copias, aguas y hasta cubrebocas y ahorita no tengo dinero para comprar su medicamento que necesita que vale mínimo trescientos pesos” indicó la entrevistada.
Finalmente, ambas mujeres quieren que ya se reabra el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social que se localiza en la Calzada Melchor Ocampo de esta ciudad que resultó dañado durante la inundación que se registró hace más de un año aquí, pues a su decir, el salir a otros sitios les genera gastos económicos extras que afectan considerablemente su economía familiar y literalmente “van al día”.