/ lunes 22 de julio de 2024

Descubren grandes similitudes en parroquias de Apan y Ciudad de México

Las edificaciones que datan de 1620 y 1560, cuentan con características en sus fachadas que tienen un gran parecido arquitectónico 

Construidas en 1620 y 1560, respectivamente, la Parroquia de la Asunción y del Sagrado Corazón en Apan y la Parroquia de San Miguel Arcángel de la colonia Tacuba de la Ciudad de México, cuentan con grandes similitudes arquitectónicas, en especial por las características de sus fachadas y aunque durante este periodo los franciscanos realizaron otras edificaciones con el mismo objetivo, no se han identificado otras que muestren un parecido tan cercano entre sí como estas, por lo que, Edir López, el titular de Turismo en Apan, afirma, podría tratarse de "una hermana gemela".

El funcionario refirió que, a primera vista ambas construcciones parecen similares; sin embargo, su construcción se llevó a cabo en dos periodos distintos.

“El templo de Tacuba se erigió entre 1560 y 1570, convirtiéndose en una de las primeras iglesias construidas por el dominio español, ya que, al localizarse en una de las calzadas más importantes de México-Tenochtitlán, los conquistadores crearon monasterios para los primeros franciscanos que pisaron tierras mexicas”.

Mencionó que, esta edificación se realizó por manos indígenas sobre basamentos piramidales prehispánicos y que los trabajos fueron encabezados por Juan Cortés, quien igualmente fue cacique del lugar.

Por lo que refiere a la parroquia de Apan, dijo, tuvo sus inicios en 1620 por el arquitecto novohispano Pedro de Arrieta, quien es considerado como el precursor del barroco mexicano y constructor de la antigua Basílica de Guadalupe, la capilla de las Ánimas en la catedral metropolitana y el templo de Santo Domingo de la Ciudad de México, por citar algunos.

Precisó que hasta el momento no existe algún documento que explique la semejanza entre ambos templos, si se haya intentado replicar o si esto pueda ser mera coincidencia o deducción, sin embargo, afirmó, ambas se mantienen en muy buenas condiciones, a pesar de la época en la que fueron construidas.

Daniela Calderón, arquitecta, docente y directora de proyecto de conocido despacho de arquitectos en la capital del estado, refirió, como antecedente histórico a la descripción de ambas construcciones que, las misiones que llegaron a México y sobre todo las órdenes como la de los franciscanos y jesuitas, se dedicaron a observar nuestra cultura y con base en ella modificaron la forma en cómo se edificaron los templos en Europa con la manera en cómo interpretaron lo que observaron de los naturales en el país.

Precisó que los retablos se colocaba en la parte final de la edificación para que el área de los fieles estuviera al frente; no obstante, mencionó, esta característica no sirvió en México ya que los originales adoraban a los dioses en el exterior por lo que estas adecuaciones fueron parte de un proceso para intentar que entraran a los templos.

“Este primer acercamiento no sirvió en primer lugar por la cultura y en segundo porque el proceso de evangelización fue forzado por lo que había mucha gente que meter a los templos y lo resolvieron sacando el santuario a la fachada, y ese santuario es el retablo que vemos en la mayoría de este tipo de construcciones convirtiéndose en una de las mayores expresiones arquitectónicas que se tienen durante todo el proceso de evangelización”.

Indicó que, fue gracias a esa interpretación que las órdenes religiosas que llegaron a México pudieron evangelizar ya que no lo lograban y la arquitectura tuvo mucho que ver para que el proceso de evangelización ocurriera.

Al describir ambas fachadas explicó que los dos templos, cuentan con un retablo que es el cuerpo gris que sobresale de todo el frente de la construcción y que todos los ornamentos están reunidos en este retablo que, normalmente, dijo, se ubicaban al interior de los templos en la parte del santuario.

“Generalmente estaban en un área denominada ábside que se localiza después del presbiterio y del área donde los sacerdotes dan su servicio, y se ponía al fondo, ya que este proceso se llevaba dentro de los templos, donde se realizaba todo este rito de evangelización”.

Mencionó que, la iglesia de Tacuba en la parte más inferior cuenta con un sotabanco al que le sigue un banco y sobre de estas descansan unas columnas dóricas con basamento, las cuales están coronadas por un capitel sobre los que descansa un friso liso y un arquitrabe con grabados y una cornisa, conjunto, al que, señaló, se le conoce como entablamento en derrame.

El segundo, destacó, está configurado de esta misma forma, pero la diferencia es que la puerta de acceso principal cuenta con unos bajorrelieves y el cuerpo del tercer retablo tiene unas esculturas.

“Ambas ventanas octogonales son consideradas como ojos de buey y están abocinadas, lo cual quiere decir, que están remetidas en el muro. El remate de este retablo es un frontón roto en el que podemos apreciar que tiene la misma característica que el otro lado, pero el de Tacuba a diferencia del de Apan es que en este no hay nada y en el de Apan encontramos una escultura”.

Finalmente, refirió que la Parroquia de la Asunción y del Sagrado Corazón en Apan y la Parroquia de San Miguel Arcángel de la colonia Tacuba de la Ciudad de México, cuentan con una torre campanaria, rematadas con cupulines, que son una especie de cúpulas de menor tamaño y una ventana octagonal abocinada a la izquierda además de un gablete que es una especie de muro redondo que se ubica en la parte superior.


Construidas en 1620 y 1560, respectivamente, la Parroquia de la Asunción y del Sagrado Corazón en Apan y la Parroquia de San Miguel Arcángel de la colonia Tacuba de la Ciudad de México, cuentan con grandes similitudes arquitectónicas, en especial por las características de sus fachadas y aunque durante este periodo los franciscanos realizaron otras edificaciones con el mismo objetivo, no se han identificado otras que muestren un parecido tan cercano entre sí como estas, por lo que, Edir López, el titular de Turismo en Apan, afirma, podría tratarse de "una hermana gemela".

El funcionario refirió que, a primera vista ambas construcciones parecen similares; sin embargo, su construcción se llevó a cabo en dos periodos distintos.

“El templo de Tacuba se erigió entre 1560 y 1570, convirtiéndose en una de las primeras iglesias construidas por el dominio español, ya que, al localizarse en una de las calzadas más importantes de México-Tenochtitlán, los conquistadores crearon monasterios para los primeros franciscanos que pisaron tierras mexicas”.

Mencionó que, esta edificación se realizó por manos indígenas sobre basamentos piramidales prehispánicos y que los trabajos fueron encabezados por Juan Cortés, quien igualmente fue cacique del lugar.

Por lo que refiere a la parroquia de Apan, dijo, tuvo sus inicios en 1620 por el arquitecto novohispano Pedro de Arrieta, quien es considerado como el precursor del barroco mexicano y constructor de la antigua Basílica de Guadalupe, la capilla de las Ánimas en la catedral metropolitana y el templo de Santo Domingo de la Ciudad de México, por citar algunos.

Precisó que hasta el momento no existe algún documento que explique la semejanza entre ambos templos, si se haya intentado replicar o si esto pueda ser mera coincidencia o deducción, sin embargo, afirmó, ambas se mantienen en muy buenas condiciones, a pesar de la época en la que fueron construidas.

Daniela Calderón, arquitecta, docente y directora de proyecto de conocido despacho de arquitectos en la capital del estado, refirió, como antecedente histórico a la descripción de ambas construcciones que, las misiones que llegaron a México y sobre todo las órdenes como la de los franciscanos y jesuitas, se dedicaron a observar nuestra cultura y con base en ella modificaron la forma en cómo se edificaron los templos en Europa con la manera en cómo interpretaron lo que observaron de los naturales en el país.

Precisó que los retablos se colocaba en la parte final de la edificación para que el área de los fieles estuviera al frente; no obstante, mencionó, esta característica no sirvió en México ya que los originales adoraban a los dioses en el exterior por lo que estas adecuaciones fueron parte de un proceso para intentar que entraran a los templos.

“Este primer acercamiento no sirvió en primer lugar por la cultura y en segundo porque el proceso de evangelización fue forzado por lo que había mucha gente que meter a los templos y lo resolvieron sacando el santuario a la fachada, y ese santuario es el retablo que vemos en la mayoría de este tipo de construcciones convirtiéndose en una de las mayores expresiones arquitectónicas que se tienen durante todo el proceso de evangelización”.

Indicó que, fue gracias a esa interpretación que las órdenes religiosas que llegaron a México pudieron evangelizar ya que no lo lograban y la arquitectura tuvo mucho que ver para que el proceso de evangelización ocurriera.

Al describir ambas fachadas explicó que los dos templos, cuentan con un retablo que es el cuerpo gris que sobresale de todo el frente de la construcción y que todos los ornamentos están reunidos en este retablo que, normalmente, dijo, se ubicaban al interior de los templos en la parte del santuario.

“Generalmente estaban en un área denominada ábside que se localiza después del presbiterio y del área donde los sacerdotes dan su servicio, y se ponía al fondo, ya que este proceso se llevaba dentro de los templos, donde se realizaba todo este rito de evangelización”.

Mencionó que, la iglesia de Tacuba en la parte más inferior cuenta con un sotabanco al que le sigue un banco y sobre de estas descansan unas columnas dóricas con basamento, las cuales están coronadas por un capitel sobre los que descansa un friso liso y un arquitrabe con grabados y una cornisa, conjunto, al que, señaló, se le conoce como entablamento en derrame.

El segundo, destacó, está configurado de esta misma forma, pero la diferencia es que la puerta de acceso principal cuenta con unos bajorrelieves y el cuerpo del tercer retablo tiene unas esculturas.

“Ambas ventanas octogonales son consideradas como ojos de buey y están abocinadas, lo cual quiere decir, que están remetidas en el muro. El remate de este retablo es un frontón roto en el que podemos apreciar que tiene la misma característica que el otro lado, pero el de Tacuba a diferencia del de Apan es que en este no hay nada y en el de Apan encontramos una escultura”.

Finalmente, refirió que la Parroquia de la Asunción y del Sagrado Corazón en Apan y la Parroquia de San Miguel Arcángel de la colonia Tacuba de la Ciudad de México, cuentan con una torre campanaria, rematadas con cupulines, que son una especie de cúpulas de menor tamaño y una ventana octagonal abocinada a la izquierda además de un gablete que es una especie de muro redondo que se ubica en la parte superior.


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