Ataviar a los niños y niñas con atuendo indígena es una tradición que va de la mano con la celebración del cumpleaños de la Virgen de Guadalupe; sin embargo, la pandemia ha originado que sean cada vez menos los menores y personas que igualen la vestimenta del indio Chichimeca, Juan Diego, a quien la Morenita hizo su aparición.
La cuestión económica y la limitante de no salir de casa si no es necesario, originan que esta tradición disminuya año con año.
En esta ocasión, solo dos o tres puestos se observaron en las inmediaciones de la Basílica Menor de la Virgen de Guadalupe, en donde se ofertan trajes de indito, como comúnmente se les denomina en precios que van desde 190 hasta 250 pesos, dependiendo de la talla.
No obstante, en otros puestos y tiendas de disfraces, el costo del atuendo alcanza hasta los 400 pesos, dependiendo de la talla. Aunado al gasto que se debe hacer por los huaraches que acompañan la vestimenta.
Este domingo, se observó a muy pocos menores portando el sombrero, huaraches, así como camisa y pantalón de manta, así como niñas con sus faldas y blusas de mujer indígena.
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De acuerdo con la tradición católica, la Virgen de Guadalupe hizo su aparición ante un niño indígena de origen chichimeco en el Cerro del Tepeyac, hace ya 490 años.