TULA DE ALLENDE, Hgo.- El 9 de septiembre el agua al fin se retiró y permitió a los moradores en la ciudad ingresar a sus casas y negocios. Pudieron constatar lo que ya sabían, que todo su patrimonio se perdió, porque en medio del agua y lodo encontraron sus muebles, enseres, ropa, herramientas, así como sus posesiones más preciadas, sus recuerdos. Comenzaron a limpiar pero poco pudieron hacer y los gobiernos debieron implementar la Operación Limpieza.
Fue hasta el sábado 17 de septiembre que iniciaron las labores de limpieza.
A las 9 horas ingresó a la ciudad de Tula un convoy de 87 vehículos, entre maquinaria pesada, pipas y camiones de volteo, equipos Vactor, enviados por el gobierno del estado, de diversos municipios, así como la ciudad de México y los sindicatos de transportistas. El operativo se coordinó desde la Secretaría de Obras Públicas del estado.
Y en la ciudad ya los esperaban distribuidos en las zonas afectadas por la inundación, 320 efectivos militares de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) y la Marina, así como 550 funcionarios del municipio y el gobierno del estado y cientos de civiles, entre damnificados y voluntarios que participaron en las labores.
Se trataba de una tarea titánica, desalojar de las calles toneladas de lodo, escombros de bardas y paredes que fueron derrumbadas por la corriente del río Tula y los enseres, muebles de cientos de casas, así como los productos de decenas de negocios.
Fueron más de ocho horas de una intensa actividad. Los camiones iban y venían sacando los desechos y algunas personas finalmente pudieron ingresar para lavar y limpiar los inmuebles.
Con ayuda de militares, marinos y funcionarios se fueron abriendo puertas de los edificios en la Calzada Melchor Ocampo, como el Hotel Lizbeth, las escuelas primaria Venustiano Carranza, Nacional Pedagógica, la Secundaria Técnica 52 Juan Rulfo, el Jardín de Niños Carmen Serdán y la escuela de educación especial de Tula. Al edificio del IMSS, los bancos y algunas tiendas, no se permitió el acceso.
Se logró intervenir el primer cuadro de Tula, la calle Xicoténcatl, parte de la calzada Melchor Ocampo, y las calles José Manuel Rojo del Río, 16 de septiembre, 5 de septiembre y Manuel Doblado, limpiando casas, y lavando y desinfectando cisternas. Después los equipos se movieron a las colonias y comunidades afectadas.
Laboraron en el sitio 33 equipos con maquinaria pesada, 20 pipas e inicialmente 34 camiones, pero en el transcurso de las labores llegaron más.
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Un nuevo desbordamiento afecta a Tula
La ciudad parecía que se estaba poniendo de pie, pero el 18 de septiembre alrededor de las 1:58 horas el río Tula registró un nuevo desbordamiento que causó inundaciones en diversos sectores de las colonias Centro, San Marcos, 16 de enero, San Lorenzo, Unidad Habitacional Pemex y otras que ya habían resultado gravemente afectadas con la anegación del pasado 7 de septiembre. Y nueve colonias de alto riesgo de inundación tuvieron que ser evacuadas.
El aumento de los niveles de agua, fue ocasionado por la lluvia de más de cuatro horas que se registró en la región, así como también por los enormes volúmenes agua residual provenientes del Valle de México por la tormenta que provocó inundaciones en los municipios mexiquenses de Naucalpan, Tultitlán, Ecatepec y Coacalco.
Después de ello lo más que se hizo fue que los soldados encalaron las calles.
En los meses siguientes no se volvió a hacer una limpieza de la misma magnitud, esta han corrido por cuenta del gobernó municipal y los ciudadanos, pero todavía hay edificios como el del IMSS de Tula y el Centro de Salud de Tula, que no ha sido sometidos por completo a un saneamiento.
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