Como el Día de la Candelaria para el catolicismo es una fecha dedicada a la veneración del niño Jesús, la Iglesia recordó que es importante no llevar las figuras o imágenes vestidas como personajes de la política, profesiones, artistas o incluso de otros santos, ya que lo que se procura es recordar que el niño Dios “es la luz del mundo”.
Será este próximo viernes 02 de febrero cuando en todas las iglesias de la región, se dediquen celebraciones eucarísticas por este motivo, costumbre que en México se acompaña por supuesto de la olla con tamales y numerosos vasos de atole. Sin embargo, otro de los elementos característicos de esta tradición es la vestimenta de los Niños Dios, hecho que se ha aderezado en la cultura mexicana con “n” número de creativos atuendos: ha habido figuras con trajes de policía, de doctor, de futbolista, de luchador y hasta de Presidente de México, por mencionar algunos.
Sin embargo, a días de la celebración, la Arquidiócesis Primada de México insistió con infografías, textos informativos así como explicaciones acorde a catequesis, el porqué no es correcto dar “rienda suelta” a la imaginación:
“Si queremos vestir al Niño Jesús con el traje de alguna advocación, entonces vistamos a Cristo de Cristo, por ejemplo: de Niño de las Palomitas (recordando las palomitas que se llevaron en su presentación), de Nazareno (porque Jesucristo fue Jesús de Nazaret), de Sagrado Corazón (que nos muestra su gran amor), de Señor de la Misericordia (que nos enseña a ser misericordiosos), de Cristo Rey (para trabajar con amor por su reino), de Cristo Sacerdote (para recordar que Él nos dejó los sacramentos), de Buen Pastor (que ha dado la vida por nosotros), del venerado Niño de Atocha, etc”, explica la Arquidiócesis.
Además, precisaron que no es necesario comprar traje nuevo cada año o destinar una amplia cantidad para este fin, al considerar que en nuestro país incluso suelen buscarse “padrinos” para el ropón que se le pone al niñito Dios cada año.
“Las imágenes de madera o yeso son solo imágenes y no sienten. No se visten porque ‘tengan frío’ o se les cambia el atuendo para que ‘no se enojen’ como suele decir la gente. Tampoco es necesario cambiarles de vestimenta cada año. Más aún, si queremos ponerles un vestido digno y verdaderamente bello, valdría la pena hacerles uno solo”, abundaron.
Cabe recordar que de acuerdo la cultura católica, el 02 de febrero es cuando se recuerda el pasaje bíblico de la presentación de Jesús en el templo, momento en que también se le realizó la circuncisión, según lo marca la tradición judía.
“De acuerdo con la Ley de Moisés, las mujeres debían presentarse al templo 40 días después de haber dado a luz para purificarse y presentar al niño recién nacido. Cuando la Virgen María y San José llevaron a Jesús al templo para cumplir con esta ley, se encontraron con un anciano llamado Simeón, quien, tomando al Niño Jesús, lo llamó: “Luz del mundo para alumbrar a las naciones”, narra el portal católico Desde la Fe.