El Día de la Cruz es una festividad religiosa y social muy arraigada hasta el día de hoy, la más importante para aquellos que se dedican a la construcción, pues se celebra a los albañiles cada 3 de mayo.
El señor Rafael Canales, aunque es biologo, sabe perfectamente del oficio de albañil ya que ejerció el oficio desde los 15 años de edad, pues su familia contaba con varios miembros y las fuentes de ingresos debían crecer también. Canales trabajó en la construcción aproximadamente 10 años para llevar el sustento a su hogar y al mismo tiempo, pagar sus estudios.
Cuenta que el Día de la Cruz es principalmente celebrado en las construcciones, en los hogares muy poco o nada se hace, ya que la obra es el personaje secundario de la celebración.
“Donde sí se festeja más es en la obra, ahí lo que se hace es que ya sea el patrón o cuando no está el patrón, vamos nosotros a bendecir la cruz, vamos a misa y ya con la cruz bendecida se coloca en la obra en alguna zona estratégica”, explicó.
Realmente, según lo referido por Canales, una vez bendecida la cruz y adornada con flores puede colocarse en cualquier lugar pues es un símbolo de bendición para todos los trabajadores de la construcción, especialmente los albañiles quienes se llevan la parte pesada del trabajo.
De acuerdo con el señor Rafael, es una representación alusiva a la fecha pues se aprovecha la tradición religiosa para festejar a los dedicados a la construcción meramente, pues incluso ese día no se trabaja en la obra.
“El día del 3 de mayo pues se trabaja medio día o incluso a veces no se trabaja durante todo el día, se dedica solamente para convivir todos los trabajadores”, señaló.
En ese sentido, Canales refirió que esta tradición sigue más viva que nunca, lejos de la creencia de que se ve mermada con los años, y afortunadamente, sigue muy latente en la comunidad.