Cuando ya no había nada qué hacer más que intubarla, la familia de Santa no quiso porque iba ser lastimada y sufrir; "agotados los recursos humanos y de la ciencia", oraron por ella desde diversos lugares y dos horas después mostraba signos de recuperación, y sobrevivió; hoy necesita de un concentrador de oxígeno, desde que egresó del Hospital Covid de Actopan, donde acabó el año 2020 y permaneció 21 días.
Santa vive en El Rincón, un lugar que durante invierno es frío, pertenece a El Arenal y colinda con La Peña en Actopan, tiene 75 años, es diabética y vive con sobrepeso, quien días antes de la Navidad presentó "descompensación" por su padecimiento crónico degenerativo, y que acudió con dos médicos para tratamiento de nivel alto de azúcar, narró su hijo Iván.
La salud no mejoró y después del 24 de diciembre empezó a "sentirse cansada, con sordera y débil", hacia el final del 2020 empeoró y antes de las 22 horas, Iván la llevó en su vehículo al Hospital General de Actopan, donde antes que él y después, otros contagiados eran revisados rápidamente desde el auto y confirmada la baja capacidad de oxigenación les extendían un papel para ingresarlos al Hospital Covid.
Iván reconoció la sensibilidad y el buen trato de todos los médicos y hasta de los guardias de seguridad al ingresar a ese nosocomio, observó como el personal estaba sincronizado y pasadas las 23 horas le confirmaron que Santa era positivo y le extendieron una receta de "mucha medicina" de la que le pidieron comprar toda o al menos uno de cada uno de los citados fármacos, en menos de cinco horas gastaron 10 mil pesos.
El dos de enero, por la mañana el director y el subdirector del Hospital Covid determinaron intubarla, pero no quiso la familia y a las 14 horas, esperaban el fatal desenlace, empezaron a rezar y a las 16 horas, recibieron la llamada del reporte médico vía telefónica, informaron que "estaba estable, grave, delicada, pero animada y tenía hambre".
Santa se recuperó, tardaron tres días en conseguir el tanque de oxígeno y cuatro horas en llenarlo, y más días en comprar el concentrador de oxígeno, descubriendo que la gente estafaba con ese aparato. Iván observó en varias ocasiones que en el Hospital había fila de autos ingresando a sus enfermos y por otro.