A menos de una semana que den inicio los carnavales en cerca de 11 comunidades de Acaxochitlán, el capitán de Santa Ana Tzacuala, también llamado "delante", de nombre Casiano Celestino, platicó al respecto del significado de la vestimenta en dicha celebración, pues además de portar máscaras de viejitos o de animales, hay un grupo de varones que se visten como mujeres. Cabe precisar que la función de don Casiano es dirigir el rumbo del baile y euforia el día en que el contingente salga a las calles de la localidad a compartir la alegría.
En este sentido, contó que los participantes del carnaval en su comunidad se les conoce como "los viejos" (o huehues, en náhuatl), quienes se disfrazan principalmente de mujeres. Aquí, varones portan la indumentaria tradicional de las mujeres de Santa Anita, la cual consiste en blusa bordada, enredo, reboso y zapatillas. Además, en su rostro portan una máscara que puede ser de rasgos femeninos, o bien de monstruos, animales o incluso de personajes de televisión y políticos, modalidad que se ha arraigado recientemente.
"El vestuario es a gusto de cada quien o conforme a sus posibilidades, anteriormente se vestían de calzón de manta con coton, su reboso, huaraches y sombrero, pero ahora ya no.", dijo el capitán. Además, mencionó que estas prendas que se usan durante el carnaval solo sirve para tres años, de ahí deberá quemarse o guardarse "pero ya no se puede utilizar porque es malo, ya que en todo el recorrido va levantando cosas malas y por eso se quema o se guarda como reliquia o recuerdo", abundó. Lo anterior ya que de acuerdo con la tradición, en los carnavales se da rienda suelta al pecado y placer previo al tiempo de Cuaresma.
Remarcó que aunque esta vestimenta ya no debe utilizarse, se almacena en el lugar conocido como "pilhuaca", donde juntan todo el material del carnaval. Aquí, el usuario tiene la posibilidad de solicitarlo y sacarlo para que en caso de enfermedad, se use para hacerse una limpia y pedir la cura con dichas prendas. Aunque la referida tradición es propia de Santa Ana, en las demás comunidades no hay muchos cambios.
Sin embargo, las diferencias pueden ser muy evidentes. Por ejemplo, en la localidad de El Vado (mejor conocida como El Tejocotal), así como en la de Tepepa, la gente acostumbra vestirse de peluches y máscaras de monstruos que se adoptaron tras el fenómeno migrante de familias y jefes de casa a los Estados Unidos.