Durante la primera quincena del mes de octubre, la inflación general volvió a retroceder hasta alcanzar el 4.27 por ciento, la menor desde la primera quincena de marzo de 2021, cuando comenzó el proceso del alza de los precios de los productos, pero continúan en crecimiento los precios de frutas y verduras, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con el INPC, la inflación de las mercancías como frutas y verduras disminuyó 0.29 por ciento, por lo cual sumó 19 semanas consecutivas con desaceleración, sin embargo, los precios de estos insumos se mantienen por encima de los niveles previos a la pandemia de Covid-19.

En los establecimientos comerciales como la Central de Abastos de Pachuca, los precios de frutas como la manzana, guayaba, naranja, plátano, durazno, entre otros, no mostraron modificaciones en sus costos y los vendedores reconocieron que no han observado la caída de la inflación.

Esta situación se replica en los principales mercados de la ciudad como Primero de Mayo, Morelos y Barreteros, donde las verduras como el brócoli, cebolla, espinaca, calabaza y zanahoria tampoco han descendido desde que comenzó el año, aunque los comerciantes reconocieron que no han crecido de forma abrupta como sucedió el año pasado.

Pese a ello, el reporte del INPC reveló que la desaceleración de la inflación general fue mayor a la esperada por el Banco de México (Banxico), aunado a que la inflación básica o subyacente, aquella que fija la trayectoria de la general, ha mostrado una reducción sistemática por 17 semanas consecutivas.

Al respecto, la directora de Análisis Financiero y Económico de Banco Base, Gabriela Siller, explicó que la desaceleración de los precios de la inflación no implica la caída sistemática de los costos de los insumos, sino que éstos tenderán a crecer a un menor ritmo al que se habían presentado con la contingencia sanitaria.

La economista precisó que aún existen distintos riesgos que pueden provocar fenómenos al alza de la inflación, por lo que enfatizó que las proyecciones de Banxico contemplan que podría cerrar 2023 con una inflación general de 4.6 por ciento y para 2024 en 3.9 por ciento, por lo cual por primera vez alcanzaría los niveles contemplados por el banco central y con ello no se observen incrementos tan drásticos en los precios para los consumidores de alimentos básicos.

Según Banxico, para que la inflación se mantenga en niveles óptimos debe rondar en el tres por ciento con proyecciones al alza y la baja de un punto porcentual, sin embargo, con la crisis económica por la pandemia, los precios al consumidor mantuvieron una tendencia creciente hasta el segundo semestre de 2022.