Ante la posible aprobación de la Ley General de Economía Circular en el Senado de la República, este martes representantes de organizaciones civiles ambientalistas han dividido opiniones con respecto a esta práctica, ya que algunos alegan que se trata de un mecanismo para evitar la prohibición de plásticos y otros para fomentar la termovalorización.
El presidente de la organización México, Comunicación y Ambiente, Carlos Álvarez, aseguró que se trata de una práctica que se ha reproducido en distintos países de Europa, por medio de la termovalorización de los residuos sólidos, por lo que la economía circular ayudará al reciclaje y la reutilización de los desechos.
El activista dijo que con ello se reducirá más de 20 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero provocados por los desechos acumulados en los rellenos sanitarios y tiraderos a cielo abierto, aunado a que también fomentará el desarrollo de energía eléctrica e implicará un ahorro para los gobiernos estatales y municipales el uso de este tipo de plantas.
Sin embargo, la organización Greenpeace México consideró que la aprobación de la ley por parte de los senadores implica un “albazo”, ya que permite prácticas como la termovalorización de los desechos plásticos, lo que implica un alto riesgo para las comunidades locales y el medio ambiente.
De acuerdo con la organización internacional, se trata de una medida que favorece a los empresarios de los plásticos y por ende ignora los esfuerzos que han realizado activistas y académicos para evitar el uso de plásticos, por ello la rápida aprobación de la iniciativa se trata, expuso, de “un madruguete” que no tomó en cuenta las labores de la sociedad civil durante varios meses.
En Hidalgo, el pasado 30 de marzo, los diputados locales aprobaron prohibir el uso de plásticos de primer uso, razón por la cual se prohíbe la distribución de bolsas y popotes en la entidad, situación que los empresarios de los plásticos pidieron que se abogara por el reciclaje como principal medida de reducción de contaminantes.