Este domingo se conmemora a nivel mundial la Solemnidad de la Santísima Trinidad, celebración que se dedica a uno de los más altos misterios dentro de la fe católica por su compleja estructura espiritual. La fecha forma parte del marco que comienza con el Día del Pentecostés que celebraron religiosos la semana anterior y que se consolida con el día de Corpus Christi, que es cuando se celebra al misterio eucarístico.
De acuerdo con la Arquidiócesis Primada de México, la Santísima Trinidad (que en esencia es la representación de las tres formas de Dios: padre, hijo y Espíritu Santo) es aquello que simboliza el misterio central del catolicismo, a la vez que refleja el dogma de fe que explica precisamente esta división en tres partes de la concepción de Dios.
“El Padre crea el mundo, Jesús nos salva, ¿y el Espíritu Santo qué hace? Nos ama, nos da el amor”, así explicó el papa Francisco a la Santísima Trinidad durante una intervención que tuvo ante estudiantes de catecismo en el año 2013. No obstante, la complejidad de tal figura ha sido objeto de estudio de teólogos, filósofos y científicos a lo largo de los años, pues al día de hoy resulta difícil comprender -al menos para gente ajena a lo católico- el hecho de que la divinidad de un Dios pueda dividirse en tres personas espirituales diferentes.
Sin embargo, el catecismo católico lo explica así para su preparación: "Los católicos creemos que la Trinidad es Una. No creemos en tres dioses, sino en un sólo Dios en tres Personas distintas. No es que Dios esté dividido en tres, pues cada una de las tres Personas es enteramente Dios. Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección; son un sólo Dios. Además, sabemos que cada una de las Personas de la Santísima Trinidad está totalmente contenida en las otras dos, pues hay una comunión perfecta entre ellas"
Para esta figura también hay una serie de símbolos que se usan en representación, tales como el triángulo, en el que cada uno de los vértices es un elemento de la Trinidad; asimismo suele utilizarse una vela encendida, en donde la vela en sí representa al Padre, la cera que se derrite es el Hijo y la llama es el Espíritu Santo, tal cual sucede en el festejo de Pentecostés. De igual manera, se puede representar con un trébol, elemento que usó en su momento el patrono de Irlanda, San Patricio, para explicar este misterio.