Se entiende como volcán a una elevación natural que tiene una abertura o grieta en la corteza de la tierra la cual está conectada a una cámara magmática a través de la que pueden emerger o acumularse en la superficie materiales incandescentes a altas temperaturas como lava, gas o líquidos.
Los volcanes se pueden formar en dos casos, el primero tiene que ver con la tectónica de placas, como se le denomina al movimiento continuo de las placas de la corteza terrestre sobre el manto fundido, y el segundo hecho tiene que ver con los llamados puntos calientes, donde el material incandescente brota de manera incesante en un área específica de la Tierra.
VOLCANES FORMADOS A PARTIR DEL MOVIMIENTO CONTINUO DE LAS PLACAS TECTÓNICAS
Las estructuras geológicas que se crean a partir del movimiento continuo de las placas tectónicas, con frecuencia tienen su origen en los bordes del fragmento de litosfera y a su vez, pueden formarse de dos maneras: en los bordes convergentes como cuando choca una placa litosférica oceánica y una continental, ya que la primera, al ser más densa que la segunda, se hunde, formando una fosa oceánica muy profunda, fenómeno se le conoce en el ámbito geológico como subducción.
Una segunda forma en que se pueden formar los volcanes a través de movimiento continuo de las placas tectónicas es en los bordes divergentes, es decir, en las áreas de la corteza terrestre en que dos placas se separan.
En este caso la litosfera se resquebraja o se debilita dejando aflorar el magma del interior de la Tierra, en esta situación el magma asciende impulsado por las corrientes de convección.
VOLCANES FORMADOS EN LOS PUNTOS CALIENTES VOLCÁNICOS
Este tipo de estructuras geológicas se pueden formar lejos de los bordes de placas, en las áreas que la geología llama puntos calientes volcánicos, los cuales resultan de la presencia de las plumas del manto o plumas mantélicas, como se les denomina a las columnas estrechas de material incandescente y fundido procedente del manto que emergen hasta la superficie.
Cuando una de esas plumas volcánicas aflora en el océano entonces formará un volcán submarino que al alcanzar la superficie se convertirá en una isla volcánica; no obstante, estas plumas también se pueden formar bajo la corteza continental.
En otro orden de ideas, con base al Servicio Geológico de Estados Unidos, en el mundo existen alrededor de mil 350 volcanes activos, de los cuales menos del cincuenta por ciento han entrado en erupción en los últimos 12 mil años, por lo que cabe mencionar que, un volcán se considera activo si ha mostrado actividad en los últimos 10 mil años, y la mayoría de los volcanes del mundo moderno se encuentran en el área conocida como Cinturón o Anillo de Fuego del Océano Pacífico.