En Tulancingo se han asperjado 450 hectáreas de cultivos mediante el uso de drones, en tres meses, lo que reduce tiempo y riesgo al ya no estar en contacto directo con la sustancia que se utilice.

Se ocupan para aplicar, principalmente, foliares, que es una técnica para corregir deficiencias nutricionales en cultivos.

Por ejemplo, asperjar 20 litros en cierto tramo, con mochila lleva alrededor de dos horas y a través de este tipo de tecnología como lo son los drones, lo realizan en 15 minutos, comentó el director de Desarrollo Rural en este municipio, Abraham Salomón.

También se pueden utilizar para la aplicación de insecticidas, herbicidas y todo lo que sea líquido, agregó el entrevistado.

Tulancingo, a nivel de productor es el único municipio en el estado donde hay drones, es un binomio: uno pequeño que usa cámara multiespectral para diagnóstico y el dron cisterna, que asperja los productos directamente.

El equipo es operado por presidentes de comisariados ejidales de Tulancingo y manejan el dron cisterna para lo que ya fueron capacitados, no obstante, en el caso del de cámara, son los hijos de productores, principalmente, los que están siendo adiestrados.

El dron asperja por ultra bajo volumen, hace una nube y penetra todo el cultivo por lo que es más rápido, eficiente y lo más importante, resaltó el informante, el productor ya no está en contacto con el agroquímico, valor enorme en términos de salud pública.

Lo maneja una organización que está en consolidación y que agrupa a 14 de los 15 núcleos agrarios que hay en el municipio y está al servicio de quien lo requiere y el productor que lo necesite solo paga gastos de operación, más o menos 350 pesos por hectárea, lo que se utiliza como fondo para mantenimiento.