Cada 10 de diciembre se celebra en México el Día Internacional del Payaso, una profesión que para muchos es un sueño, como el caso de Alan Barraza Velázquez mejor conocido como Duraznin, quien desde niño soñó con ser payaso y que hoy se ha hecho realidad.
Comenta que a los tres años tuvo el sueño de ser payaso, desde que sus padres lo llevaban al parque para ver los shows, admiraba su maquillaje, su vestuario y sus zapatos, hoy que cumple exactamente 18 años considera que ha logrado alcanzar esa meta en su vida, que, aunque no ha sido fácil le ha dado grandes satisfacciones.
Relata que ocho por ocho iba al parque para ver su espectáculo y poco a poco lo fueron reconociendo, “cada domingo que llegaban alrededor de las once de la mañana estaba ahí, hasta las ocho de la noche que se acababan todas las funciones”.
Recuerda que siempre participaba en los shows, en donde sus colegas ahora, le decían: “Él de grande quiere ser payasito. El estar en la pista era muy impresionante porque veías a mucha gente alrededor tuyo viéndote como hacías el ridículo”.
Como pasaba el tiempo, cuenta que agarraba el maquillaje de su madre desde que tenía cinco años, se ponían la ropa holgada de su padre, utilizaba conversé grandes y de peluca usaba un estropajo.
Su primera función, señala que lo logró a los once años en una fiesta de un conocido, incluso aún no definía un nombre, no tenía vestuario, ni maquillaje fijo, tampoco tenía la idea de cuanto cobrar. Para el show, dijo que se maquilló con acuarelas lo que provocó que al llegar estuviera todo cuarteado, generando la burla de los asistentes.
“Conforme fue pasando el tiempo fui tomando talleres, aprendiendo y conociendo más del payaso y conociendo tips de maquillaje”, comparte.
Añade que una de las principales reglas del payaso establecidas en el Libro del Oro de los Payasos es poner en creatividad tu personaje, tener un nombre propio basado en sus gustos, un vestuario y un maquillaje, en este caso utiliza el augusto, por sociable, torpe y bobo.
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Comparte que lo más difícil del personaje es asistir a funciones donde la gente es muy seria, cuando no ríe, “es el fracaso literal que no reían de lo que estamos haciendo”.
Con 18 años de vida, Ala Barraza refiere que desde que decidió ser payaso, jamás desistió de alcanzar su sueño, por lo que se siente satisfecho porque no solo celebra hoy el día del payaso sino también su cumpleaños.