ALTIPLANO DE HIDALGO.- El ciclo anual de siembra fue muy malo para la agricultura pues la sequía y otros factores climatológicos afectaron severamente tanto la producción como la calidad del grano.
Rubén Reyes, Rosa María Hernández y Mario Rodríguez, integrantes de la Agrupación de Agricultores y Productores de la Altiplanicie, afirmaron que 2022 fue un año malo para todos los productores en general ya que su cultivo al ser cien por ciento de temporal está sujeto a la fluencia pluvial y el año pasado fue de sequía, además de que, afirmaron, no contaron con el apoyo suficiente y necesario del gobierno estatal saliente.
Indicaron que anualmente los pequeños productores de cebada se ven obligados a malbaratar su cosecha en primer lugar porque no tienen bodegas propias para guardar sus granos y de esta forma buscar un mejor precio, además de que, aseguraron no cuentan con acceso a los cupones que la industria cervecera otorga para poder ingresar sus cosechas de manera directa.
Refirieron que, en consecuencia, sea cual sea el precio de garantía no les beneficia ya que entregan su producción a los acaparadores de la zona, quiénes se han enriquecido con sus cosechas, pues aseveraron, son ellos quienes tienen acceso tanto a los cupones como a los espacios físicos para almacenar la cebada.
Añadieron que durante 2022 la semilla subió entre un veinte y un treinta por ciento con relación a 2021 mientras que el fertilizante tuvo un incremento excesivo de hasta el 150 por ciento.
Destacaron que, aunque existe el programa “kilo por kilo” para la semilla de cebada, el cual consiste en que el gobierno estatal aporta el cincuenta por ciento de su valor y el productor el porcentaje restante, el grano que se entrega no cuenta con las características que se promete, y las más de las veces es pintado y con impurezas lo que merma no solo la calidad del producto sino también la cantidad que se produce.