Domingo de Ramos, fiesta pascual que congregó a miles de feligreses en la Catedral Metropolitana de Tulancingo.
La bendición de palmas y procesión solemne fue presidida por Don Domingo Díaz Martínez, arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, sede de la provincia eclesiástica de Hidalgo.
Esta fecha, simboliza la entrada de Jesús a Jerusalén. La biblia cita que una multitud lo recibió con hojas de palma (Juan 12:13).
Así, inició la Semana Santa, uno de los tiempos litúrgicos más importantes en la vida cristiana.
La gente este domingo, llevaba sus ramos de palma, que fueron bendecidos por Monseñor, previo a la misa celebrada por él y sacerdotes de la Arquidiócesis.
En el también llamado “Domingo de Pasión” el arzobispo realizó, acompañado de párrocos y fieles,
antes de la Misa que celebró en la Catedral, una procesión en las inmediaciones del recinto eclesiástico, donde la grey católica imita lo que, según la creencia descrita en la Biblia, las aclamaciones, que hicieron los hebreos cuando salieron al encuentro de Jesús, cantando el fervoroso ‘Hosanna” y “Viva Cristo Rey”
Evitar la violencia y corrupción, además de manifestar una postura de sí a la vida, enfatizó no se debe matar a los niños, éstos, fueron parte de los mensajes que emitió Don Domingo Díaz a los asistentes.
Ante una pletórica Catedral Metropolitana, los fieles escucharon atentos la homilía dónde se habló de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Paciencia y perdón, deben ser las fuerzas solicitadas a Dios, a través de su gracia.
Acudió el secretario de gobierno de Hidalgo, Simón Vargas al leer algunos textos, como parte de la celebración.