El salario mínimo de 123.22 pesos diarios, es decir aproximadamente 3 mil pesos al mes, resulta insuficiente para adquirir los productos de la canasta alimentaria, citan jefas de familia quienes comentan que apenas para cubrir unas cuantas necesidades.

De hecho, el costo mensual en la zona urbana de la canasta alimentaria es de 1 mil 648 pesos por persona según la Línea de Pobreza Extrema, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL.

Lo anterior significa que apenas pudieran quedarse con la mitad del ingreso para transporte, telefonía, luz, vestido, entre otros servicios como gas, gasolina y rentas.

Así que adquirir maíz, frijol, arroz, azúcar, harina, aceite, atún, sardina, leche, café, avena, sopa entre otros de los 40 productos que integran la canasta, es complicado para quienes estiran el ingreso familiar.

“Prácticamente más de la mitad de lo que entra se va a gastos de la casa, así que si antes comprábamos por kilo ahora es por pieza y no siempre es fruta o verdura porque hasta esa está cara”, añade Georgina Ramos.

De hecho, el CONEVAL dio a conocer que el 44 por ciento de la población económicamente activa en Hidalgo es decir 543 mil 169 personas perciben un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria.

El porcentaje de quienes no pueden adquirir los productos catalogados en la canasta con el ingreso de su trabajo es de 1.6, al pasar de 46 al 44.4 por ciento, entre el primer trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2020, lo que significa 1 mil 409.75 a 1 mil 408.05 pesos.

“Hay crisis y no es nuevo este panorama, lo vivimos a diario y desde hace tiempo y no hay forma de salir de esto y por si fuera poco, ahora con la pandemia, pues menos. Aunque uno se ahorra pasajes y otras cosas, el gasto de la luz incrementa porque todo el día está la tele prendida y con el regreso a clases virtuales, menos alcanzará” precisó Ernestina Barraza.

En tanto que para Rogelia Meléndez: “No todo podemos comprar, o una cosa u otra, no alcanza el dinero en la familia, y más aun considerando que si antes había dos o más ingresos porque los hijos trabajaban ahora se ha reducido el ingreso pues a muchos les quitaron empleo, entre ellos a mi esposo que enfermó y ya no lo contrataron”