Cuenta la leyenda y unos cuantos aseguran que es verdad que, el nombre de la localidad de “El Susto”, en Singuilucan no es casualidad, pues más de uno se ha llevado “el susto de sus vidas” al pasar por ahí.
Versiones del porqué del nombre hay muchas; pero empecemos con la más conocida y la que más se cuenta.
Viajar por carretera es una oportunidad perfecta para convivir en familia y relajarse, también puede convertirse en una experiencia paranormal.
La leyenda de la mujer que pide aventón
¿Qué sería de una leyenda aterradora sin una mujer hermosa como protagonista?, partiendo de lo anterior…se cuenta que pasadito de las 11 de la noche, una mujer extremadamente guapa pide un “aventón”, por lo que pocos conductores se niegan a tal petición.
En el trayecto, la bella mujer asegura que va en busca de un doctor para su papá, quien se encuentra agonizando, y después de unos minutos desaparece del auto misteriosamente.
La mujer que flota
Algo similar les ha sucedido a los ruleteros, pues no sólo los que viajan de manera particular han tenido “sustos”, sino también a los del transporte público.
Pues a más de uno le ha hecho la parada una mujer bella, de ojos hermosos y escultural cuerpo, pero el susto viene cuando se percatan que la mujer no tiene pies y está flotando.
Los fantasmas colgados en el árbol
Al respecto, Gloria Ortiz, quien nació en esta población, dijo que a ella y a sus hermanos les contaba su abuelo que hace muchos años por los tiempos de la Revolución Mexicana, había un camino rural llevaba hasta Tulancingo y en uno de los tramos había un árbol muy frondoso, árbol que era ocupado para colgar a los amantes de los ajeno.
Por lo tanto, constantemente se aprecian los “fantasmas” de estas personas colgadas en el árbol y los vivos que las ven se llevan un gran susto.
Cuando las personas pasaban y había "colgados", expresaban: ya pasamos el susto, ahí el nombre tan peculiar.