Uno de los efectos secundarios más significativos que deja la actividad turística en Huasca de Ocampo, es el uso del agua y las zonas donde se concentra la actividad comienzan a presentarse problemas de contaminación de los cuerpos de agua, de acuerdo con el Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial.
El documento publicado en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo (POEH) explica que el primer Pueblo Mágico de México se abastece principalmente de una serie de 29 manantiales, cuya afluencia cada vez es más reducida, y la demanda continúa en aumento.
Se advierte que, ante la falta de cultura sobre el cuidado del agua, así como la deficiente operación de los sistemas y morosidad en los cobros han contribuido a que se viva un estrés hídrico, que se resuelve a través de tandeo, pero que, si se continúa de esta manera, se generará una severa crisis del recurso.
El programa añade que actualmente el abastecimiento de agua potable es insuficiente e inadecuado, además de que existen serios daños derivados de la contaminación de las fuentes de agua, tanto superficial y subterránea que implican riesgos en la salud.
Señala que la infraestructura sanitaria ha sido rebasada, generando con ello problemas en la generación de aguas residuales que son vertidas en los escurrimientos naturales más próximos en ciertas zonas del municipio.
Por ser un municipio con actividad turística, y sobre todo con un turismo residencial en aumento, demanda grandes cantidades de agua, plantea que es necesario un reordenamiento de las redes, sobre todo de aquellas localizadas en propiedad privada o en núcleos agrarios, la regularización del servicio medido y el fomento al cuidado del líquido.
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Otro problema ambiental, puntualiza, es una creciente deforestación de las zonas cercanas a las áreas turísticas y el cambio de uso del suelo de campos de cultivo a zonas para acampar u otras actividades recreativas.