Esperamos que los partidos políticos no nos dividan, que al final no terminemos divididos por la elección de gobernador; hay que luchar por vivir en paz con la gente, con la familia y en el trabajo, no vale la pena que estemos peleando unos con otros, dijo Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo.

“La división nos empobrece y la unidad sí mejora nuestra calidad de vida. La unidad sí apunta hacia un mejor futuro. Dividir no cuesta trabajo. No se necesita ser inteligente para dividir a una comunidad, a un pueblo, a una familia, pero para unirlas sí se necesita”, indicó.

En entrevista con El Sol de Hidalgo y El Sol de Tulancingo, monseñor habló del proceso electoral en que está inmersa la entidad, el cual concluirá el cinco de junio próximo con la elección para la renovación de la gubernatura y subrayó la importancia de luchar por la unidad.

Domingo Díaz explicó que quienes aspiren a gobernar el estado “primero deben querer a Hidalgo, porque ya llevamos ciento cincuenta y tantos años como estado y seguimos siendo de los más pobres de la república”, mientras que Puebla, Querétaro y el estado de México sí han crecido.

Si hablamos de la política, economía o de cultura, continuó, a Hidalgo le falta más gente que lo quiera, por eso desde que llegó está impulsando la necesidad de “caminar juntos, unidos y organizados”.

El arzobispo consideró que el estado tiene talento, historia, valores, campo y muchas posibilidades para progresar y para que haya desarrollo.

Pero para ello, dijo, se necesita borrar la avaricia o al menos disminuirla porque no nos deja crecer, no nos deja ver al otro y ello trae como resultado que sean poquitos ricos y muchos pobres, porque el avaro sobrepasa sobre los derechos de los demás.

Y aseguró que, “falta voluntad en los políticos, en empresarios y en gente que sabe, que puede y que tiene”.

Al preguntarle qué opina de las personas que ya se perfilan para convertirse en candidatos de los diferentes partidos e incluso por la vía independiente, dijo que él tiene conocimiento de tres y se refirió a Julio Menchaca, Carolina Viggiano y Francisco Xavier Berganza.

“Yo pienso que hay esperanzas con cualquiera de los tres, Hidalgo tiene esperanzas, pero ojalá que armen un buen equipo de gente buena, de gente que piense en Hidalgo, en los hidalguenses y que quiera a Hidalgo”, señaló.

Y es aquí, cuando monseñor insiste en la necesidad de vivir en paz y en unidad.

“Hay que unirnos para defendernos de las carencias, de la violencia, porque los malosos, cuando ven que estamos solos es cuando nos atacan, cuando ven que las casas están solas es cuando las roban”, agregó.

Por eso es que la iglesia en Hidalgo está sembrando el vivir contentos y en paz, y seguirá trabajando para que la gente viva, no solamente sobreviva, sino que viva bien y en unidad.

Y por último Díaz Martínez dijo que “quien llegue al poder, como dicen los jóvenes, no se crea mucho, que no se olvide que es hidalguense y que luche por el bien de Hidalgo”, porque en este momento la principal preocupación de la gente es la inseguridad y la segunda es la salud.