En Cueva del Tecolote hacen “magia negra”

Total descuido en zona donde existen vestigios prehispánicos

CONCEPCIÓN OCÁDIZ

  · martes 15 de octubre de 2019

Paseantes comentan que es urgente que tomen medidas por parte del INAH para que no sigan devastando. / RODOLFO RAMÍREZ

En la Cueva de El Tecolote, ubicada en Huapalcalco, Tulancingo, se observan, veladoras encendidas, imágenes de Santos, pero además plumas de gallina negra, botellas de bebidas alcohólicas, además de muñecos al estilo “vudú” y “magia negra”.

Problema de antaño, en este lugar histórico, sin duda, dicen visitantes, es el descuido y falta de vigilancia, donde hay vestigios prehispánicos y que, por cierto, aún espera declaratoria oficial como “zona arqueológica”.

Cabe destacar que, pese a los esfuerzos de personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, y de la misma gente que, de manera organizada han decidido rescatarla, lo cierto es que sigue luciendo con grafiti, pero además con huellas de rituales. Para el asistente de jefe de área administrativa del Patrimonio Cultural, Iván Arenas, este tipo de ceremonias deben ser suprimidas dentro del sitio.

“Generan además focos de infección, basura y a su vez nada tienen que ver con la cuestión cultural, carecen de relevancia en comparación a las que se hacen de tipo otomí como pedir lluvia, esas las debemos salvaguardar”

Este punto, se considera uno de los más antiguos que se han localizado en Hidalgo y corresponden a la prehistoria; puede fecharse en el horizonte Cenolítico inferior, 14 000 a 9 000 años antes del presente.

Fue ceremonial en la época prehispánica, y sede del segundo imperio Tolteca, se halló una punta clovis y unos cráneos que incluso han sido mostrados en el Museo de Antropología de la Ciudad de México y ahora pareciera que los rituales y ceremonias tienen que ver con la llamada “magia negra”

Hay, además, pinturas rupestres, por cierto, ya varias de ellas, rayadas; hay quienes han hecho de las suyas para dañar parte del patrimonio cultural, donde se descubrió un entierro múltiple y, asociados con ellos, una mandíbula de cánido, un raspador de obsidiana y una punta de proyectil tipo Coxcatlán.

Paseantes comentan que es urgente que se tomen medidas por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que no la sigan devastando; se requiere de vigilancia en todo el sitio, no solo en pirámide principal sino en los acantilados y en la Cueva del Tecolote.

Ante la falta de inspección por parte autoridades, principalmente en las noches, hay quienes aprovechan para realizar de manera clandestina sus actos vandálicos.

Incluso en la Cueva, prenden fogatas con el riesgo de seguir dañando la zona, área que, por cierto, se espera sea declarada como zona arqueológica, por parte del gobierno federal, el gobierno local ha hecho el llamado para que por fin luego de más de seis décadas, se consolide el logro.

Este punto turístico de la ciudad debe ser preservado, pero además respetado por todo lo que implica en su contexto desde la prehistoria y cultura prehispánica.