En El Cardonal las carreras de caballos se juegan en dólares

En el letrero principal de El Carril, se encuentra un letrero con la marca del billete estadounidense

Omar Santiago

  · martes 29 de agosto de 2023

Así luce la entrada de este poblado / Omar Santiago

La comunidad de La Florida se encuentra al Norte del municipio de El Cardonal, en terrenos temporales, de tierra blanca y montañas de piñones, para llegar a la iglesia, centro principal de la comunidad hay que atravesar un camino de terracería de tierra suelta.

Al llegar a este pueblo, se observa una iglesia en honor de Santa Rosa de Lima, la Santa Patrona, la cual fue construida sobre el casco de una Hacienda que data de la época del Porfiriato.

Cada año, los organizadores de la feria anual plantean una carrera de caballos que tiene la peculiaridad de que se juega en billetes verdes, en dólares. Dicha carrera se llevará a cabo este martes 28 de agosto, desde las nueve de la mañana hasta más allá de las cinco de la tarde.

Desde el día de ayer, los organizadores comenzaron a preparar la tierra, con un arado la han aflojado para proteger las patas de los equinos que participan en este juego de competencia y resistencia.

En estas carreras se juegan desde diez dólares hasta miles de billetes estadounidenses, y llegan a desafiar los mejores jinetes del estado de Hidalgo, México y de otros países.

La entrada principal de El carril del Dólar, hace honor a su nombre, justo en la salida de los cajones de los equinos, los lugareños han dibujado la moneda norteamericana y se lee: “Bienvenidos aficionados a las carreras de caballos, El Dollar”.

“La tradición de jugar las carreras de caballos con dólares, comenzó cuando los habitantes de esta comunidad migraron a los Estados Unidos, y cuando regresaban traían billetes verdes y apostaban”, recordaron los habitantes.

“Muchos de ellos se quedaron a vivir en los Estados Unidos, pero cada año regresan en la feria patronal, a refrendar su fe, y recordar sus tradiciones”, dijeron los entrevistados. Algunos otros regresan a su última morada en el panteón de la comunidad donde se puede observar desde el camino tumbas con paneles solares, para iluminar el último sepulcro durante la noche.