Los pelícanos son grandes aves de amplia envergadura desde cada punta de sus alas, su característico color blanco o gris, con picos amarillos donde sobresale una bolsa para atrapar peces.
Estas aves han encontrado un hábitat en los embalses del Valle del Mezquital, donde los piscicultores cultivan peces como las variedades de mojarra, tilapia, o carpa para el consumo humano o comercialización.
Los pelícanos se ven surcando el cielo en busca de agua donde puedan nadar y continuar su ciclo de vida que comenzó con su llegada hace muchos años, cuando en los espejos de agua, comenzaron a cultivar los peces.
Estas aves viven y pescan en las presas Javier Rojo Gómez, Vicente Aguirre, y Madhó Corrales, entre otros, donde los habitantes han emprendido la piscicultura como una actividad comercial.
Sin embargo, con la sequía que ha ocasionado que la temperatura del agua de las presas alcance niveles de hasta 30 grados centígrados, los peces mueren ya que estas especies sólo pueden reproducirse en temperaturas más bajas.
La sequía que azota el Valle del Mezquital también puede poner en peligro esta fauna silvestre que aunque no es nativa del esta región, se ha adaptado vivir en estos espejos de agua.
Según el historiador Francisco Luna Tavera, quien escribió en sus memorias donde aseguró “En Alfajayucan existe la población de pelícanos más grande del estado de Hidalgo”.