La temporada de chirimoyas comenzó en los campos del Valle del Mezquital, donde los campesinos han plantado árboles frutales para aprovechar los bordos de los canales de riego y los escurrimientos así como las filtraciones.
Don Ambrocio Espíritu, originario de Ixmiquilpan expresó que estos frutos comienzan a maduran a inicios del mes de abril, su forma es de un corazón, es color verde, su pulpa es blanco con semillas color negro.
El clima semidesértico, la altura, así como las condiciones orográficas, el agua de riego o los escurrimientos de agua han permitido el crecimiento de esta planta que sube hacia el cielo y se expande en un aproximado de tres o cuatro metros.
La Annona cherimola es originaria de los Andes del Perú, pertenece a la familia de las anonáceas, su fruto comestible es la chirimoya la cual contiene altas cualidades organolépticas, digestivas y nutritivas.
Algunos de los beneficios de consumir las chirimoyas son: favorece un funcionamiento óptimo de nuestro sistema nervioso central, es un remedio natural para reducir o eliminar la retención de líquidos, tiene capacidad de actuar como protector natural contra los parásitos.
Así como es un regulador del sistema nervioso; esta fruta funciona como ansiolítico y tranquilizante, además, contiene un alcaloide que regula la segregación de químicos que ocasionan depresión.
También proporciona sensación de saciedad, por lo que resulta un aliado excelente si estás buscando bajar de peso, pero sin dejar de comer saludable y delicioso.
En México la producción de esta deliciosa fruta asciende a 350 toneladas, Morelos y Michoacán son los estados productores por excelencia, con 199 y 151 toneladas, respectivamente.