En el Valle del Mezquital, las comunidades comienzan a prepararse para conmemorar el Día de Muertos, en las comunidades se organizan faenas para limpiar los panteones o tumbas a donde los últimos días de octubre y principios de noviembre, los habitantes llevan flores a la última morada de los mortales.
Con escobas, palas, rastrillos y azadones, los pobladores de esta región de Hidalgo, asean cada parte del Campo Santo, no importar sin son de sus seres queridos, amigos, conocidos o desconocidos, el propósito es recibir dignamente a quienes visitarán del otros mundo lo terrenal.
La convocatoria es general para todos los habitantes , ciudadanos, mujeres y hombres, quienes son parte de una comunidad.
En las esquinas los faeneros (Personas que participan de manera colaborativa en los trabajos de las comunidades), prenden hogueras para quemar la basura que se recolecta.
En los panteones se sepultan lo mismo católicos, evangélicos, testigos de Jehová, Cristianos, Hermanos Separados, todos conviven en su última morada el campo santo, donde son enterrados para mejor vida.
Los panteones sólo esperan a que llegue la fecha, para que los familiares de los fieles difuntos lleguen para ofrendar nuevamente flores de cempasúchil, garra de león.
Los panteones se verán adornados con un color naranja o amarillo, y un olor a flor de muerto que anunciará que los moradores del más allá han llegado, para convivir con sus familiares.