Marquesinas que anuncian atractivos descuentos y precios promocionales por cambio de temporada, son parte de la nueva normalidad en Pachuca, ofertas que no resultan indiferentes a los consumidores, pues salen de las tiendas de marcas de lujo con bolsas en mano, gustosos y en familia. Pareciera que las complicaciones económicas tras la pandemia son cosa menor.
A un año y tres meses de la pandemia de coronavirus (Covid-19), la actividad económica ha retomado la normalidad, aunque con restricciones de aforo, negocios de todos los giros, están abiertos, contrario al panorama transcurría justo cuando los establecimientos no esenciales permanecían con la cortina abajo debido a que los contagios estaban en su apogeo.
El recuerdo de los comercios sombríos obligados al cierre, se pierde mientras la gente consume, va, viene, llena el transporte público en el que nunca se respetaron las restricciones de cupo, solo que con cubre bocas, la prenda estrella del guardarropa.
No hay dinero (se dice, o quien sabe), pero lo cierto es que hay ventas. En los bancos, las filas para sacar dinero del cajero son nutridas, lo mismo que para realizar transacciones bancarias en ventanilla.
Lo cierto es que de enero a mayo de 2021, la facturación con tarjetas de crédito representa casi el 40 por ciento del total facturado por la procesadora de pagos, de acuerdo con el director general adjunto comercial de Prosa Jeok Cruz. Es decir, es probable que alto consumo tenga detrás una deuda de largo plazo.
Previo al inicio de la jornada de trabajo, los empleados de diferentes tiendas afinan detalles para recibir a los clientes, principalmente os filtros sanitarios, gel antibacterial, mostradores con acrílicos y termómetros listos para apuntar a la frente de los compradores ya se volvieron parte de nuestra cotidianeidad.
En restaurantes y cafeterías, las personas disfrutan de momentos de ocio en compañía de amigos y familiares. Aunque el porcentaje de vacunación aún es muy bajo, tal parece que para las personas, la pandemia es solo un mal sueño, pues están ávidos de vivir en una normalidad que, quizá para mal, ya no exige quedarse en casa, sino solo usar mascarilla.
Los vendedores ambulantes también han vuelto a tomar las calles y varios son los que disfrutan de comprar un helado o papitas fritas en plena calle. Frente a todas esas ganas de vivir como si nada pasará, los casos de Covid-19 en Hidalgo registran un aumento sostenido, pues al corte más reciente se registraron 44 casos nuevos enfermos.
Es decir, la enfermedad no se ha ido, pero la gente quiere creer que sí, lo dicen los compradores que llenan los estacionamientos de las plazas comerciales, a la cuales acuden no solo a lo indispensable, sino también a disfrutar de un momento ajeno a la cruda realidad que persiste.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Eduardo Iturbe Méndez confirma que la reactivación económica “va jalando”; aunque nadie tiene los niveles de venta previos a la pandemia, comerciantes y empresarios no pueden negar que el panorama ha mejorado, principalmente porque la gente se está moviendo aunque no sea precisamente necesario.
Ala gran mayoría le urge vivir, pese a que el virus Sars-Cov-2 aún está presente. Organismos empresariales como la Coparmex han urgido a las autoridades a acelerar el proceso de inmunización en el país. Su objetivo: que la reactivación que evidentemente está en proceso se mantenga. En unos años, entre dos y seis, según estiman los empresarios, podrán cantar victoria.
