En Tulancingo rinden homenaje póstumo a bomberos

Elementos de Protección Civil municipal agradecieron a Dios por otro año de labores y servicio social

Octavio Jaimes  / El Sol de Tulancingo

  · jueves 22 de agosto de 2024

Se montó una guardia de honor en el Panteón San Miguel en memoria de tres elementos caídos en el cumplimiento de su deber. | Eduardo Islas / El Sol de Tulancingo

Los más de 40 elementos de Protección Civil y Bomberos de Tulancingo agradecieron a Dios, como cada año, por el cuidado y continuación a las labores de servicio social en esta corporación, además de ofrecer un homenaje póstumo a los compañeros caídos en un incendio ocurrido en el Cerro de Tepalcingo un 16 de febrero de 1998.

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Con motivo del Día del Bombero, fecha que se celebra a nivel nacional cada 22 de agosto, uniformados se dieron cita en la capilla de la Escuela de la Fe de la Arquidiócesis de Tulancingo, donde fueron recibidos por el padre Juan Aguilar fueron bendecidos previo a la celebración eucarística.

En la homilía, el clérigo recordó el valor de la vida humana, además de reconocer que en la labor del Bombero, cualquier compromiso en las calles puede representar una “última vez”. En ese sentido, expresó que a la vida se viene “a vivir”, por lo que contrario al pensamiento existencialista, no somos “seres para la muerte”.

En compañía de familiares y amigos, los bomberos partieron de la calle de Luis Ponce a bordo de carros bomba para dirigirse al Panteón Municipal de San Miguel, donde como lo marca la tradición municipal, rindieron homenaje y dedicaron guardia de honor a Fernando Ortiz Garrido, Arturo Hurtado Santos y Pedro Fernández Cruz.

Y es que hace 26 años, en 1998, un gran incendio en el cerro de Tepalzingo movilizó al entonces voluntario cuerpo de Bomberos de la ciudad. En el combate, los tres compañeros mencionados se vieron rebasados por el poder del fuego, por lo que dieron su último respiro mientras cumplían con su deber. Según ex compañeros que trabajaron con ellos en esa época, se habla de que murieron los tres juntos, mientras se abrazaban.

Al respecto y a nombre del Ayuntamiento de Tulancingo, el contralor municipal, Salvador González Cruz, reconoció el valor de los elementos caídos y agradeció a sus respectivas familias.

“Que ellos sí han entendido lo que es ser un servidor público, un bombero es una persona que está al servicio de la comunidad (...) día, tarde y noche sin importar, a la hora que suena la sirena tienen que estar presentes y arriesgar la vida por el cuidado de nosotros. Siéntanse orgullosos ustedes familiares, de que estos seres hermosos que a pesar de su tristeza, de su pena y de su ausencia, no solo prometieron enfrentar y dar su vida, sino que lo cumplieron, sin importar que pudiera ser su último día, su último minuto de estar en esta corporación y no regresar a su casa”, manifestó el funcionario.