A menos de un mes de que llegue el día de los Santos Reyes, panificadoras del centro de Tulancingo ya comenzaron con la elaboración y venta de la tradicional rosca, pieza fundamental para acompañar en los primeros días de enero pero que gracias a su popularidad extiende su presencia en el temprano diciembre, fenómeno similar al que ocurre con el pan de muerto.
En este sentido, el señor Alberto repostero de La Floresta y con experiencia de 16 años, comentó en entrevista que a diario preparan de 30 a 40 piezas de rosca. De tamaño mediano para dos o tres personas, esta tiene los elementos clásicos como ate y fruta seca pero con la particularidad de que no llevan muñecos aún.
Según comentó, la producción diaria se vende completa desde que inició la temporada de rosca y evidentemente acrecentará en los días siguientes. Preparadas con harina, huevo, leche y frutos secos, toma hasta dos horas la confección de dichas piezas, incluyendo el tiempo en el horno y la fermentación de la harina.
Con respecto a la aparición de los muñecos en el pan, dijo que es hasta el tres o cuatro de enero cuando se les introduce el mítico símbolo. Aquí también arranca la preparación de roscas grandes, que alcanzan hasta los tres kilos de peso dependiendo de su tamaño y pueden ir rellenas de cajeta, frutas secas, nuez, mermeladas diversas, entre otros de la preferencia del cliente.
Aunque este tipo de postre es el más habitual en la temporada, don Alberto apuntó que una de las piezas más vendidas es el baguette, pues para cenas de Navidad o Año Nuevo llegan a vender hasta cinco mil piezas en un solo día.