Como parte de las actividades del mes Rosa, que enfoca acciones para prevenir el cáncer de mama, el Voluntariado de la Unidad de Medicina Familiar número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), llevó a cabo la entrega de 35 kits y prótesis mamarias artesanales, hechas por ellos mismos, las cuales están elaboradas a base de semillas, lo que benefició a sobrevivientes de cáncer de mama.
La mastectomía total o radical modificada, es un tipo de procedimiento quirúrgico en el que se extirpa uno a ambos senos, lo que además de causarles cambios de ánimo o de autoestima, afecta a la paciente con dolores cervicales y lumbares, debido a la desproporción corporal a la que es sometida; por ello, desde hace aproximadamente ochos años, esta unidad médica, proporciona a las pacientes este tipo de implantes.
“Para nosotras siempre ha sido una prioridad dar un poquito de apoyo a este tipo de padecimiento y que después de la cirugía también requieren de una prótesis, porque muchas veces se sienten inseguras por la falta de un seno…tienen una base de tela, se cubre con dubetina y se rellenan con linaza, las cosemos y es como se van entregando, las beneficiarias vienen de muchas partes”, refirió María Luisa Chong de Osorio, directora honoraria del voluntariado del Imss.
Para poder ser distribuidas, las prótesis pasaron por revisiones médicas rigurosas, por oncólogos y por laboratorios antes de ser aprobadas y su duración depende exclusivamente de los cuidados que tengan: “Se les recomienda mucho que cuando la laven, traten de que no se pierda una semillita, porque cada una de ellas tiene un valor para el peso y si este va disminuyendo, se va sintiendo; les damos dos para que tengan que cambiarse”, compartió la directora.
Este programa es abierto a toda la población, por lo que se explicó que las interesadas, deben de acudir al voluntariado, proporcionar nombre, teléfono y talla de sostén para poder ser acreedoras a una de estas prótesis, las cuales están siendo replicadas en todo el país, “Vinieron de México para ver cómo las hacíamos, de Tabasco, de León y mandamos a Chetumal y a Chiapas, pero aquí se inició”, recordó Chong de Osorio.
El grupo de voluntariado está formado entre ocho y diez personas que sacan el modelo, pesan la semilla y mandan a hacer algunos cojines para regalar junto con los implantes a las pacientes, las cuales además tienen acceso a una atención integral dentro de la institución para tener una mejor calidad de vida luego de su intervención quirúrgica.