Desde 2014 habitantes de Epazoyucan se oponen al traslado de los jales mineros de Pachuca para depositarlos a ese municipio, ya que representaría un irreversible daño al ambiente y la salud de la población.
La lucha sigue, porque el proyecto sigue debido a que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnath), otorgó la concesión a la empresa minera Del Norte, filial de Altos Hornos de México, para realizar dicha operación, expresó la presidenta de la Asociación por la Protección de la Tierra y Bienestar por Epazayucan, Yolanda Ubilla Islas.
Explicó que el proyecto pretende ocupar 427 hectáreas para el depósito de 100 millones de toneladas de jales mineros.
Esto afectaría a las poblaciones de la cabecera municipal, San Francisco, Santa Mónica y a la Universidad Politécnica.
Ello significaría un ecocidio porque estos sitios son áreas naturales propias de la región. Inclusive, están a la alza con invernaderos de jitomate.
Yolanda Ubilla manifestó que el traslado y depósito de jales tiene el propósito de obtener oro y plata con el uso de agua, ya que se utilizaría 265 metros cúbicos por segundo para lograr los minerales preciosos y, el resto sería desechado, lo que afectaría los mantos acuíferos de la zona, así también los de Pachuca.
Derivaría en problemas de salud y, desde luego, la muerte de flora y fauna, ya que el 60 por ciento de los jales contienen cianuro.
Consideró que una de las soluciones es buscar material para recubrirlos y convertirlos en áreas verdes urbanas, "así se ha realizado en varias partes del mundo. Los materiales empiezan a adaptarse al contenido mineral de los jales y, así convertirse en áreas de aprovechamiento".