APAN, Hgo.- Suman esfuerzos el Programa de Atención para Menores en Riesgo (PAMAR), y el departamento de Proximidad Social de la Policía Municipal, para desarrollar actividades encaminadas a prevenir el delito así como el consumo de narcóticos desde temprana edad.

Mariana Romero Mercado, titular del primer organismo, señaló que en coordinación con Yair Hernández director de Seguridad Pública, Tránsito y Movilidad Municipal, efectuaron una charla dirigida a estudiantes de la Escuela Secundaria número uno Miguel Hidalgo, titulada “Mitos y Realidades de las Drogas”.

La funcionaria refirió que la adolescencia es la etapa donde con mayor frecuencia surge este tipo de consumo, reconoció que, aunque un alto porcentaje no reincide, es para muchos el primer contacto con estas sustancias.

Mencionó que las motivaciones pueden ir desde la curiosidad hasta la presión del grupo, atracción de lo prohibido y del riesgo, así como la búsqueda del placer y de lo desconocido, además de la disponibilidad de drogas.

En este sentido, señaló que si este consumo se vuelve una adicción, entonces se le entiende como una enfermedad cuyo proceso de desarrollo se compone de cuatro procesos.

El primero, dijo, es la dependencia psicológica, periodo en el que quienes consume ciertos tipos de drogas tienen la necesidad de la sustancia para desarrollar alguna actividad.

Posteriormente, indicó, acceden a una etapa denominada tolerancia, donde los implicados tienen una necesidad de aumentar la dosis para experimentar los efectos iníciales.

Con relación a la tercera etapa, a la cual, señaló se le denomina dependencia física, quienes consumen enervantes tienen la necesidad de la sustancia para seguir funcionando y para evitarse malestares por no consumirla.

Finalmente, comentó, existe el síndrome de abstinencia, donde los consumidores, presentan signos y síntomas de malestar al suspender el consumo de la droga.

Explicó que de manera atractiva y resolviendo dudas relativas al consumo de estas sustancias se acercan a los jóvenes apanenses para evitar que caigan “en las garras de la drogadicción”.