Tonny Cárdenas, oriundo de Tulancingo, en entrevista, recordó que cuando salió del “closet” a sus 15 años de edad (actualmente tiene 30), fue sometido por sus padres a “terapias de conversión”.
Explicó que cuando reveló su preferencia sexual a sus padres, éstos estaban en proceso de divorcio, lo que les ocasionó más complicaciones y achacaron la orientación sexual de Tonny como resultado del proceso de separación, por lo que fue llevado con una terapeuta.
Lo más grave del asunto, dijo, es que esta profesional de la salud mental era psicóloga de la secundaria a la que él iba, y quien diagnosticó que su “enfermedad” era consecuencia del divorcio de sus padres, argumentando que a Tonny le hizo falta su figura paterna.
“Estuve un mes en este tipo de “terapias” con esta psicóloga y sí fue muy duro e incomodo para mi... En mis tiempos sí era muy común y conocido este tipo de terapias, pero actualmente ya no las he visto. De las últimas que supe fue antes de la pandemia, en Pachuca, pero eran misas cristianas de conversión”, recordó.
Agregó que cuando era más joven y con el fin de alejarse de la violencia a la que estaba expuesto, se adentró a diversas actividades de la iglesia católica, pero cuando se enteraron de su preferencia sexual, lo discriminaron porque temían por la integridad de los niños más pequeños que él.
“Incluso, cuando salí del closet a los 15 años, los papás de mi mejor amigo de ese entonces se lo llevaron a otro estado por temor a que le ‘pegara’ algo. Desde entonces lo recuerdo con mucho cariño. Nunca más supe de él”, concluyó.