La reforma electoral que plantea el gobierno federal es regresiva, pues limita la participación ciudadana en los espacios públicos (cargos de elección popular); inconstitucional, al vulnerar la facultad de los estados en su régimen interior para la conformación de municipios; centralista, al pretender que sea solo un organismo nacional encargado de las elecciones a nivel federal y estatal.

Eso opinó y señaló Javier Martínez López, asesor de diferentes partidos políticos de Hidalgo y preside el Centro de Análisis de Procedimientos Democráticos AC, quien agregó que gran parte de ciudadanos y funcionarios públicos tienen la idea que la reforma se limita o centra en la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) y la desaparición de la figura de diputados plurinominales.

Sin embargo, continúo, la mencionada reforma plantea cambios más profundos que deben analizarse más detenidamente, en su apartado VII plantea “la reducción de Congresos locales y ayuntamientos, proponiendo eliminar 459 diputaciones locales y así de las 1,113 que actualmente existen se pasaría a contar con 654, la propuesta federal como ya es conocida de muchos plantea pasar de 500 a 300 diputados”.

La reforma planteada por el Presidente de México, no solo implica un cambio de reglas en la democracia de nuestro país, de la mano, lleva propuestas que propiciarán un cambio profundo a las Constituciones estatales y tal vez sus implicaciones deriven tan profundo que la propia autonomía de los municipios esté en riesgo, presagió.

Informó que en Hidalgo de acuerdo con el marco jurídico, los cabildos se integran por regidores, síndicos y presidente, en proporción a su número de habitantes, así por ejemplo cuenta con 84 municipios de estos 56 se conforman con cinco munícipes de mayoría y cuatro de representación proporcional, un total de 11 miembros considerando al presidente y síndico.