Los escamoles son huevecillos de hormiga, los cuales tienen un sabor único, siendo muy apreciados en la gastronomía, desde la alta cocina hasta las cocineras tradicionales y los habitantes de la región del Valle del Mezquital por su sabor y consistencia.
Este alimento ha sido denominado por las cocineras como “el caviar Hñahñu”, y se prepara en los hogares de muchas maneras: en tamal con especias, en salsa roja con nopales, acompañado de flores de sábila, golumbos o flores de garambullo.
En años recientes, el precio de venta de los escamoles se ha disparado, ya que su demanda ha subido a la par de la disminución en su hábitat, por lo que los habitantes de esta región de Hidalgo prefieren degustarlos en lugar de ponerlos a la venta.
La tala inmoderada de los magueyes, casa de las hormigas que producen los escamoles, ha provocado una mengua en la morada de estos insectos.
Los magueyes tienen un multipropósito: su pencas se utilizan para la barbacoa y el ximbo; su flores son comestibles; su fibra es utilizada por los artesanos; sus raíces evitan la erosión y además sirven de límite entre los terrenos ejidales.
Pese a todo esto, el Valle del Mezquital no es considerado como parte de los programas de reforestación del gobierno, según fuentes oficiales.
Encontrar los escamoles es complejo, ya que se tiene que seguir la guía de las hormigas que se esconden debajo de las raíces de los magueyes, después hay que excavar en la tierra, sin embargo, no siempre se encuentran los nidos, ya que los rastros son engañosos, por ello a veces se tienen que escarbar dos o tres hoyos hasta encontrar el sitio en donde se encuentran los huevecillos.
Quienes se atreven a buscar “el caviar Hñahñu”, tienen que soportar las picaduras de las hormigas, quienes defienden su hogar; sin embargo hay la necesidad de llevar buenas prácticas de manejo de los nidos para no extinguir esta especie de insectos.