Los escamoles son larvas de hormigas que se recolectan en el ejido de Huitexcalco, así como otras partes del país; en el pasado abundaban los magueyes pulqueros, sin embargo en la actualidad se han ido perdiendo y por consecuencia, el hábitat de estos insectos.
Don Porfirio, habitante de esta comunidad, explicó que en el pasado los escamoles abundaban en los ejidos, sin embargo debido a la sequía así como a la sobreexplotación de los magueyes para fines textiles y gastronómicos, la población de este agave ha disminuido.
El costo de cada porción de escamoles que se mide por sardina o atún, ronda los 500 a mil pesos, debido a lo difícil que es encontrar los huevecillos de estos insectos así como su escasez.
Don Porfirio, explicó que los escamoles en la comunidad de Huitexcalco, se preparan en manteca caliente con hierbas de olor como el perejil y el cilantro acompañado de ajo y cebolla.
Este manjar se emplata con totopos de maíz y salsa de xoconostle o guacamole, donde se pueden distinguir las hierbas de olor, estos sabores típicos de Valle del Mezquital, son propios de la temporada de primavera.
Desde siempre, los escamoles han ocupado un lugar especial en la mesa del mexicano, pues se sabe que era consumida en tiempos precolombinos. Tienen un sabor delicado y son considerados por muchos como “el caviar mexicano.
De acuerdo con la tradición, la palabra escamol viene del náhuatl “azcamolli”, con dos términos: “azcatl” que significa hormiga y “molli” que significa guiso.
Desde el punto de vista nutricional, los escamoles son ricos en proteínas, carbohidratos y lípidos, así como en vitaminas A, D y E.
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