/ jueves 3 de septiembre de 2020

Esperan tren rumbo al sueño americano

“Nos vamos en las góndolas, abajo, no arriba; hay mucho mara”, relata un migrante hondureño

“No hay dinero en Honduras por eso quiero llegar a Estados Unidos; vengo viajando en balsa luego en tren, y de aventón en aventón llegué a Apizaco para luego aquí a Tepeapulco”, comenta José, uno de los tres jóvenes que esperan el paso del tren, mientras el sol que está en el cenit, le pega con todo en el rostro.

Son las 12 del día, y para los migrantes es un día como cualquier otro, de arriesgues, de esconderse de las autoridades de Migración y por el contrario, visibilizarse ante la gente, aquella en la que confían para que les dé unos pesos, aunque sea poco, pero para ellos es oro, en comparación a lo que en su país tenían.

Aquí con 40 pesos se compran una torta y un refresco y eso es para todo el día, y si bien les va “hacemos dos comidas”, refiere el joven de apenas 22 años y cuyos sueños quedaron truncados ante la pobreza extrema en su país de origen; no deja de pedir para comer a quienes pasan en sus autos, atravesando las vías del tren.

Él al igual que sus otros dos compañeros, Artemio y Carlos, quiere juntar dinero para llegar a Orizaba, esperan abordar a la llamada “Bestia”: “Sabemos que es una lucha a muerte porque en el tren pueden viajar maras”.

José narra que en su tierra se dedicaba junto con sus padres a la siembra y cosecha de café, pero su nación está en el olvido y cada vez peor.

Artemio, uno de sus compañeros, aguarda a un costado de los tendidos de acero, le toca descansar un poco pues ya se turnaron y ahora a él le corresponde la sombra. Se cubre la cabeza con su sudadera sucia, mientras hace a base de latas de refresco unas motos que vende en cien pesos.

En comparación a José y Carlos, recién bañados, a él no le alcanzó para la ducha “luego nos dan chance de ducha, pero prefiero comer a asearme”.

Continúa mientras sus amigos piden dinero: “Cuando se puede subimos al tren y llegamos a Lechería y nos volvemos a regresar, porque no nos alcanza para seguir, podemos seguir viajando si no tenemos dinero”

“No hay dinero en Honduras por eso quiero llegar a Estados Unidos; vengo viajando en balsa luego en tren, y de aventón en aventón llegué a Apizaco para luego aquí a Tepeapulco”, comenta José, uno de los tres jóvenes que esperan el paso del tren, mientras el sol que está en el cenit, le pega con todo en el rostro.

Son las 12 del día, y para los migrantes es un día como cualquier otro, de arriesgues, de esconderse de las autoridades de Migración y por el contrario, visibilizarse ante la gente, aquella en la que confían para que les dé unos pesos, aunque sea poco, pero para ellos es oro, en comparación a lo que en su país tenían.

Aquí con 40 pesos se compran una torta y un refresco y eso es para todo el día, y si bien les va “hacemos dos comidas”, refiere el joven de apenas 22 años y cuyos sueños quedaron truncados ante la pobreza extrema en su país de origen; no deja de pedir para comer a quienes pasan en sus autos, atravesando las vías del tren.

Él al igual que sus otros dos compañeros, Artemio y Carlos, quiere juntar dinero para llegar a Orizaba, esperan abordar a la llamada “Bestia”: “Sabemos que es una lucha a muerte porque en el tren pueden viajar maras”.

José narra que en su tierra se dedicaba junto con sus padres a la siembra y cosecha de café, pero su nación está en el olvido y cada vez peor.

Artemio, uno de sus compañeros, aguarda a un costado de los tendidos de acero, le toca descansar un poco pues ya se turnaron y ahora a él le corresponde la sombra. Se cubre la cabeza con su sudadera sucia, mientras hace a base de latas de refresco unas motos que vende en cien pesos.

En comparación a José y Carlos, recién bañados, a él no le alcanzó para la ducha “luego nos dan chance de ducha, pero prefiero comer a asearme”.

Continúa mientras sus amigos piden dinero: “Cuando se puede subimos al tren y llegamos a Lechería y nos volvemos a regresar, porque no nos alcanza para seguir, podemos seguir viajando si no tenemos dinero”

Policiaca

Acaxochitlán: Decomisan mil 400 litros de huachicol en San Pedro 

La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo informó del operativo 

Local

Comerciantes de Tulancingo piden costo justo por espacios

No están en contra de pagar, pero exigen que los costos sean justos y se les garantice un apoyo real

Local

Ayuntamiento de Tulancingo: Van casi 80 renuncias de funcionarios

Previo a su toma de protesta, la alcaldesa Lorena García Cázares había solicitado públicamente la renuncia a funcionarios de la administración pasada 

Local

Elecciones en Cuautepec: PRI Hidalgo no ve peligro y augura una jornada en paz 

Según estimaciones propias, aseguran que su candidatura ganará en los comicios del domingo 1 de diciembre

Local

Apan: posible instalación de tienda china confronta a comerciantes y ayuntamiento 

La titular de Reglamentos asegura que al momento ninguna empresa con esas características ha solicitado un permiso

Local

Tlanchinol: Los 3 lugares que debes conocer en este municipio de espesa neblina

Es popularmente conocido como “tlanchinieblas” o “la capital mundial de la neblina”