TEPEAPULCO, Hgo.- En 1527 fue fundado el convento de San Francisco de Asís, obra con la que la orden española de San Francisco se estableció de manera definitiva en la altiplanicie pulquera.
Claudia Islas Méndez, coordinadora de la agrupación Vigías del Patrimonio Cultural, con sede en este municipio, refirió que este conjunto religioso se fundó sobre un basamento piramidal dedicado a Huitzilopochtli en 1528 y en el que dos años más tarde, se designó a Fray Andrés de Olmos como su primer custodio.
Refirió que uno de los habitantes más trascendentales fue Fray Bernardino de Sahagún, quien vivió en el entonces convento entre 1558 y 1560, periodo durante el que, gracias a su interés por indagar sobre la historia y costumbres locales, con las que buscaba encontrar las vías más eficientes para la evangelización, logró un acervo cultural que ahora es testimonio del pasado prehispánico en México.
En cuanto a su arquitectura, señaló que el atrio ocupa una meseta con poco más de siete metros de altura sobre el nivel de la calle, al cual se accede por una escalinata, rematada por un arco monumental que constituye la entrada al atrio, que actualmente es usado como jardín.
Ahí, se encuentra una escalinata de piedra que lleva del jardín del exconvento, en ella se encuentran una cruz atrial adosada al muro, la cual se hermana con otra cruz que se encuentra incrustada a la mitad de la parte superior del muro izquierdo de la nave principal, cercana al altar, sobre las que, enfatizó, están realizadas en piedra gris labrada.
La fachada, mencionó, está compuesta por un arco de menos de medio punto que está soportado por pilastras dobles; la primera es donde desciende el arco, mientras que la segunda recibe el alfiz.
Indicó que, las pilastras se forman por dos columnas pequeñas que tienen un aire gótico y enmarcan una faja ornamentada con flores y entrelazas.
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“El capitel es de forma trapezoidal está ornamentado con hojas, el alfiz está decorado con ramilletes de hojas que se repiten en toda la pieza y al borde exterior se talló un cordón franciscano”
Finalmente, aseveró que, quizá uno de los espacios más bellos, es el área del claustro, el cual cuenta con una planta cuadrada y está realizado en dos pisos, el primero con cinco arcadas de medio punto, en cada lado.