Exconvento de San Nicolás Tolentino, una joya de Hidalgo

El edificio constituye uno de los mayores ejemplos de arte novohispano del siglo 16

Gustavo Vargas

  · domingo 2 de abril de 2023

El 2 de febrero de 1933, el Exconvento de San Nicolás Tolentino, fue declarado Monumento Histórico por el gobierno de México. / Foto: Gustavo Vargas

Considerado como uno de los monumentos históricos más importantes del estado, el templo y exconvento de San Nicolás de Tolentino, ubicado en el municipio de Actopan,cuya fundación data de 1546, es una edificación que, tanto en el ámbito arquitectónico como pictórico, constituye uno de los mayores ejemplos del arte novohispano del siglo 16.

La construcción de este recinto, atribuida a fray Andrés de Mata por el cronista de los agustinos en la Nueva España, Juan de Grijalva, comenzó en 1550 y se concluyó diez años más tarde; sin embargo, la fundación del convento fue ordenada en 1548.

Como parte de los procesos de secularización, 200 años más tarde, en 1750, se inició una segunda etapa de esta construcción, es por ello que entre los siglos 18 y 19, el templo sufrió diversos cambios, los cuales tuvieron que ver, principalmente con la reducción del área destinada como huerto.

Mediante un decreto emitido por el gobierno federal, el 2 de febrero de 1933, el Exconvento de San Nicolás Tolentino, fue declarado Monumento Histórico, debido a la belleza de su arquitectura, así como la riqueza pictórica que lo conforma.

La edificación está clasificada dentro de las denominadas “convento-fortaleza”, la cual se caracteriza por una arquitectura que asemeja un fuerte, sobre el que existen diversas teorías, una de esta explica la morfología fortificada, sugiere que fue construida así para defenderse de posibles sublevaciones de los indígenas; otra de estas tiene que ver con un objetivo decorativo y otra corriente plantea que esta tiene que ver con la materialización de valores simbólicos.

Actualmente el complejo conserva la porción más interesarte de la obra, entre estas se ubica la fábrica arquitectónica con pintura mural, la cual corresponde a la corriente renacentista del siglo 16.

En el claustro además puede apreciarse la conjunción del gótico con el renacimiento; en las bóvedas de su templo, nervaduras góticas y el medio cañón del románico; su torre-campanario, es considerado de estilo morisco, en tanto que su fachada corresponde al plateresco especial.

Las pinturas, son otro objeto de estudio y de gran belleza para este templo, creadas con estilo renacentista decoran varios de sus muros, y la capilla abierta con su bóveda de medio cañón es una muestra de la espectacularidad de este arte que muestra el sincretismo religioso.

A mediados de junio de 2020 durante la pandemia por la Covid-19 el acceso al atrio y al complejo se restringió y se suspendieron los servicios religiosos, los cuales se restauraron a mediados de 2020, y el museo reabrió a finales de noviembre de 2021.

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