TEPEAPULCO, Hgo.- La custodia del Santo Evangelio dirigida por los primeros frailes franciscanos en 1524, decidió fundar cuatro casas de predicación: México, Tlaxcala, Huejotzingo y Texcoco, siendo esta última de la que partió en 1527 la evangelización a Tepeapulco, llegando una tarde, probablemente en los últimos meses del mismo año, en donde en unas cuantas horas los naturales aprendieron: "el presignum crucis y el pater noster".
Miguel Ángel Monroy, cronista municipal además narró a El Sol de Hidalgo que, al día siguiente, se iniciaría la destrucción del Teocalli dedicado a Huitzilopochtli, dios de la guerra de los aztecas, y en ese mismo año comenzaría la construcción del Convento e Iglesia en honor a San Francisco de Asis.
"Al parecer su constructor fue Fray Andrés de Olmos, que para 1530 sería el primer Guardián Conventuario, en este contexto, los misioneros franciscanos se trasladaron a esta población a la que llamaron Misión de Cristo, de 1558 a 1561, y años más tarde arribó a Tepeapulco, Fray Bernardino de Sahagún, quien con algunos discípulos, escribanos y pintores creó lo que ahora conforma parte de las Memorias del Mundo".
La fachada está compuesta por un arco de menos de medio punto soportado por pilastras dobles; la primera es donde desciende el arco, mientras que la segunda recibe una moldura.
Finalmente, refirió que cuenta con una capilla adjunta cuya fachada está marcada por los crismones de María, José y Jesús; tiene planta octogonal y doble cúpula, cuyo sentido simbólico se enmarca con la forma en que están colocadas las ventanas con vitral, una cruz griega, y sus colores: verde para el eje norte-sur, representan la esperanza; el rojo para el este-oeste, la claridad, y blanco para el centro, que indica fe y pureza.