“Fueron 20 días en que estuve enfermo de coronavirus; me contagié hace ya algunos meses”, comenta un hombre quien se dedica a limpiar una zona hospitalaria.
El hombre asea varias áreas de una institución médica y narra que la experiencia que vivió por el virus fue terrible.
“Me tocó la mala suerte de dar positivo en junio del 2020, y yo creo que fue ahí en mi trabajo donde el bicho se me pegó con todo. Me fue como en feria pero gracias a Dios vivo para contarla”.
Jaime comenta que afortunadamente no contagió a nadie en su casa, pero se tuvo que aislar. Empezó con dolor de cabeza y mucho frío, así como cuerpo cortado, se sentía fatal, agrega.
“Los síntomas fueron muchos casi puedo decir que me dio todo, incluyendo pérdida de olfato y de sabor, tos seca, diarrea, cólico abdominal, falta de aire, sensación de boca salada, además yo uso lentes, pues incluso como que me avanzó mi graduación”.
Menciona que hay gente que no piensa en lo que ellos sufren y que incluso con cierta discriminación, “pues de acuerdo con el escalafón somos de los últimos en un hospital así que, pues como que luego no contamos, pero nuestra labor es vital para que todo esté limpio”.
“Nosotros igual estamos en la primera línea de batalla, pues nos toca lavar todo lo que los médicos usan cuando atiende a los pacientes, incluyendo Covid-19”.
Cuando se contagió, ahí mismo donde trabaja le hicieron la prueba, pero antes tenían que esperar hasta cinco días para conocer el resultado, no era como hoy. Quien tiene ya mucho tiempo laborando en la institución médica, y quien dice que ni con la influenza sintió mucho temor como lo fue con el coronavirus: “Me dieron pastillas para el dolor y pues la incapacidad, tenía que reposar y la libré”.
Dice que él ya fue beneficiado con su primera dosis de vacuna y espera en breve le pongan la segunda dosis: “Yo pensé que ni siquiera nos iban a contemplar, pero gracias a Dios, sí.”