El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es la fase más avanzada de la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), por lo que Marco Polo Santiago López, médico infectologo de la Unidad de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó los riesgos de no detectar a tiempo la enfermedad e invitó a la población a acudir a las instancias de salud para ser valorados.
En entrevista para El Sol de Hidalgo, el especialista explicó que en realidad son tres las etapas de este padecimiento en el organismo: infección aguda, infección crónica y el periodo de SIDA: “La primera es cuando recién hubo contacto con el virus y hubo transmisión, generalmente esta sintomatología empieza a las dos o cuatro semanas de haber tenido el contacto y en la mayoría de los casos debuta con algo que nosotros conocemos como Síndrome Retroviral Agudo”, dijo.
Esta fase, contó el infectologo, es cuando el paciente experimenta algunos síntomas parecidos a la gripe, como lo son el dolor faríngeo, la fiebre, faringitis o adenomegalias, por lo que es común que el paciente se recupere y el cuadro viral pase desapercibido y la siguiente etapa, crónica, es asintomática, por lo que refirió que se presenta un equilibrio entre el virus y el sistema inmunológico donde el paciente puede estar asintomático por 8 o hasta 10 años.
Una vez que se llega al periodo de sida es cuando el organismo recae y se presenta mayor sintomatología, la cual subrayó, gérmenes, microorganismos, parásitos, hongos y bacterias con las que se conviven de manera natural atacan al paciente con el sistema inmune debilitado; por ello, Santiago López, recalcó la importancia de acudir a las instituciones de salud para ser valorados y contó que en la actualidad, los pacientes con SIDA, pueden llevar una mejor calidad de vida que en la década de los ochentas, debido a que la ciencia ha avanzado en el tratamiento, el cual ahora consiste en una sola pastilla, la cual se otorga de manera gratuita.
Los grupos de riesgo de este padecimiento con aquellos que tienen vida sexual activa y que no usan preservativo; los que tienen intercambio de relaciones sexuales por dinero; las personas que hacen uso de drogas intravenosas y los trabajadores que están expuestos a las agujas o jeringas, debido a que la trasmisión de esta enfermedad es a través de la sangre.