Un total de 132 comerciantes se instalaron en la tradicional Feria Guadalupana en el centro de Tulancingo, misma que regresa en su máximo esplendor tras dos años intermitentes a causa de la pandemia de Covid-19 y que a diferencia del año anterior, se extiende por más de cinco cuadras completas.
En este sentido, comerciantes arribaron desde las primeras horas del sábado para instalar sus puestos donde a partir de este domingo ya se venden antojitos, churros, tacos, hamburguesas, tamales, entre otros. Así también, hay presencia de fotógrafos con el clásico set que asemeja al cerro del Tepeyac.
En la calle de Corregidora y tal cual sucedió en años pasados, dueños de juegos mecánicos y de feria tales como canicas y tiro al blanco se adueñaron de la vialidad para ofrecer diversas amenidades a visitantes que desde la tarde del domingo comenzaron a darse cita en la Iglesia.
Aquí, arrancaron las confesiones desde temprano y también destaca que las bancas al interior del templo de la Villita sobre la calle Juárez se retiraron, para que feligreses puedan acudir a ver la imagen de la Virgen de Guadalupe sin mayor complicación.
Por esa razón se instaló afuera de la iglesia un templete donde se celebraron las misas dominicales y también se oficiarán las de este lunes 12, medida que de acuerdo con el sacerdote Juan es para evitar aglomeraciones al interior del edificio pues cabe destacar que para cada misa esperan la asistencia de al menos mil personas. Para este lunes, habrá ceremonias cada dos horas a partir de las seis de la mañana, cuando acuda el arzobispo Domingo Díaz Martínez a dar el banderazo a la fiesta religiosa anual.