Repleto de flores de cempasúchil lució el panteón municipal de Agua Blanca hoy miércoles dos de noviembre, mismo que fue abarrotado por familias completas quienes visitaron a sus difuntos.
Desde que se abrió el camposanto a las nueve horas, comenzaron a llegar hombres, mujeres y menores de edad, con cubetas, palas, picos y escobas para hacer la limpieza de las tumbas de sus seres queridos que dejaron el plano terrenal.
Algunas de las familias llegaron temprano para honrar a sus muertos, quedarse un rato con ellos, platicar y revivir las tumbas con flores representativas al Día de los Fieles Difuntos.
El cementerio se convirtió en un lugar de reencuentro y convivencia con familiares y amigos, en donde no pudieron faltar las risas, abrazos, el llanto y la nostalgia.
Uno de los tantos visitantes fue Luis Fernández Reina, quien viajó junto con su esposa desde Magdalena de Kino, Sonora, a visitar a sus seres queridos que descansan en el panteón municipal y adornar sus tumbas.
Comenta que es originario de Agua Blanca, pero tiene ya tiempo viviendo en Sonora y desde hace 20 años, no tenía un recuentro con sus familiares que ya descansan en la muerte, en esta fecha, aunque dice que en verano siempre vienen a dejar flores.
Dijo que especialmente viene a visitar a su padre Odilón Fernández González, quien falleció hace 13 años, pero también a su hermano, su abuelo, su abuela, y algunos de sus tíos que también descansan en este lugar.
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Recuerda que hace 20 años, cuando radicaba en el municipio, observaba el panteón en Día de Muertos saturado y ahora considera que se están perdiendo las tradiciones, “se ven pocas tumbas arregladas”.
Este día, los sepulcros lucieron con tonalidades naranja, amarilla, rojas y llenos de vida, aunque hubo algunas tumbas que están en el olvido.