Hay casualidades en la vida que evidencian la existencia de los planes del destino para cada uno de nosotros. Así fue para Fernando de la Peña Llaca, originario de Tulancingo, de 47 años de edad y que hoy en día apunta para convertirse en uno de los mexicanos más destacados en el desarrollo de tecnología aeroespacial, con innovaciones que paulatinamente convierten las ideas de la ciencia ficción en realidad y que han fascinado tanto al nicho internacional, que juega en las ligas mayores por excelencia: le vende componentes a la NASA y también a SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk.
El egresado de la ingeniería en Cibernética y Sistemas Computacionales de la Universidad La Salle de la Ciudad de México, es responsable de que avances como la teletransportación holográfica (sí, esa que tanto hemos visto en 'Star Wars') se vuelva real. Tras fundar su propia compañía, AEXA Aerospace, y luego de ser impulsor de la Agencia Espacial Mexicana, de la Peña logró que un cirujano fuera teletransportado a la Estación Espacial para revisar a un astronauta.
Fue el pasado 2022 cuando el tulancinguense acaparó los reflectores de la prensa internacional y especializada, pues con una conexión de apenas 5Mbps (mucho menos potente que el módem que tienes en casa), hizo proyectar la imagen de un galeno a 400 km de la superficie terrestre.
A 21 años de entrarle de lleno a la NASA como contratista, en parte al buen resultado que obtuvo su tesis con la patente para el desarrollo de un motor espacial usando antimateria como combustible, Fernando también le vende instrumentos y desarrollos científicos al Departamento de Defensa norteamericano. En una entrevista para Forbes, contó que para lograr insertarse en el radar de la aeroespacial más famosa del mundo fue necesario un "cambio de chip" y una visión futurista encaminada a encontrar al mejor equipo que materializara lo que se forjó en su cerebro.
Y es que gran parte de su éxito se debe al férreo avance en las telecomunicaciones espaciales. Su sistema además de usarse en naves que la NASA utiliza para la investigación de asteroides troyanos en Júpiter, se usó para el cohete CrewDragon de SpaceX. En todos los casos, la meta es llegar a la teletransportación holográfica:
“El nivel uno de comunicación es telefónica; el nivel dos es una videoconferencia; y el nivel tres es teletransportarme como un holograma y que interactúe contigo. Somos los primeros que los estamos haciendo en el espacio con nuestra tecnología, la de Aexa Aerospace”, señaló el científico.
El destino lo hizo crecer en Tulancingo, la Ciudad de los Satélites
Como pionero en este terreno, la senda de Fernando parecía estar marcada desde su infancia. El destino, como mencionamos al principio, lo hizo crecer en la llamada Ciudad de los Satélites, donde recibió la inspiración necesaria gracias a las gigantescas antenas que acogen a Tulancingo.
Sin quitar el dedo del renglón, parece que el sueño de querer hacer "coches voladores" (uno de sus más recurrentes dibujos de cuando era niño) será realidad: el motor antimateria que planteó como tesis de universidad está siendo considerado por la NASA para el desarrollo de la nave que llevará a la humanidad a Marte.
Ya veremos en unos años si el talento tulancinguense forma parte de la historia migratoria de la humanidad para la conquista del suelo marciano.